Charlotte.- “Saqué fuerzas de donde no tenía”, es lo primero que Sergio Ardila Gualdrón resalta tras el brutal intento de asesinato que sufrió mientras dormía en su habitación.
El colombiano, natural de Santander, llegó a Charlotte el 18 de octubre y alquiló una habitación en una casa que ofrece hospedaje. Nada le haría pensar que a los pocos días estaba por vivir un infierno.
A las 3 a.m., del lunes 6 de noviembre, uno de los inquilinos, identificado como Irvin Eduardo Arteaga Ríos, de México, irrumpió en su habitación con dos cuchillos.
“Mientras dormía, el victimario entró violentamente a mi habitación derribando la puerta y con dos cuchillos. Me hirió y aterrorizó”, narró Sergio a Qué Pasa.
Arteaga estaba fuera de sí y se abalanzó hacia Sergio causándole cortes en el rostro y varias partes del cuerpo.
Se defendió con una almohada
Los hechos ocurrieron en un vecindario al suroeste de la ciudad, muy cerca del puente Shopton Road sobre el Río Wylie.
El colombiano de 52 años contó que se defendió con una de sus almohadas, de lo contrario no estaría vivo.
“Con una almohada pude esquivar varias de las cuchilladas y saqué fuerzas de donde no tenía”, añade.
Durante el ataque, Arteaga Ríos, de 33 años, logró golpearlo en el ojo izquierdo.
Tras varios minutos de evadir los ataques, Sergio pudo escapar y pedir ayuda.
Su atacante tomó las llaves de una camioneta que le habían prestado a Sergio y huyó, además de robar las pertenencias de su víctima. Sin embargo, dejó en la escena su tarjeta de identificación expedida en California.
A los pocos minutos, agentes del Departamento de Policía de Charlotte-Mecklenburg arrestaron al atacante en la camioneta que hurtó.
Arteaga está acusado de dos cargos criminales: llevar a cabo un ataque con un arma y con la intención de matar, así como irrumpir a un sitio para aterrorizar.
No era su amigo
Sergio aún no sale de su asombro. Contó que está teniendo crisis de pánico y de nervios.
“No me los esperaba, no lo conozco, apenas lo saludaba ya que vivía en la misma casa”, indicó señalando que el sujeto pudo haber estado bajo los efectos de alguna droga, ya que no se explica las razones que motivaron el violento intento de asesinato.
A este problema, se le suma otro. Y es que su agresor se llevó dinero y sus tarjetas de crédito.
“Esta es una situación que no se la deseo a nadie. Por esto quiero que la gente se prevenga de que no les pase a otras personas”, indicó.
Finalmente exhortó a las personas que arriendan habitaciones que tengan cuidado y tomen las medidas de seguridad y los requisitos legales para este tipo de negocios.