Asheboro.-La policía arrestó a los padres del adolescente sospechoso acusado de matar al adolescente hispano Pedro Ortiz Pérez, por encubrir el asesinato.
El jueves 23 de mayo, la policía de Asheboro obtuvo órdenes de detención contra los padres del adolescente sospechoso acusado de matar a Ortiz Pérez por encubrir y ayudar al menor a evadir el arresto en la semana posterior al tiroteo.
La madre del adolescente sospechoso, Denisse Vera-Covarrubias, de 43 años de edad, fue encontrada en su casa y detenida.
La policía la acusó del delito de encubrimiento y le impuso una fianza de $25.000.
Mientras que el padre del sospechoso, Alfredo Martínez Ramírez, de 38 años, se entregó a las autoridades.
A él lo acusaron del delito de encubrimiento y se le impuso una fianza de $30,000.
Murió adolescente por disparos
El lunes 3 de mayo alrededor de las 9:30 de la noche, agentes de la policía acudieron a la zona de North Asheboro Park en Canoy Drive tras recibir un informe de disparos en la zona.
Cuando se dirigían al lugar de los hechos, un agente fuera de turno que hacía guardia en un hospital informó que una víctima de disparos había llegado a la sala de emergencias en su vehículo personal.
La víctima, Pedro Ortiz-Pérez, recibió un disparo en la zona de la mandíbula y cuello por parte de otro chico menor de 16 años. Aunque se obtuvo una orden de custodia segura para el menor sospechoso, no pudieron localizarlo.
Posteriormente, los investigadores determinaron que el adolescente sospechoso estaba en una casa de Statesville.
Finalmente, el pasado 10 de mayo, agentes de Asheboro detuvieron al presunto homicida.
Al adolescente sospechoso lo trasladaron a un centro de detención de menores, mientras Ortiz Pérez permanecía en estado crítico como consecuencia del tiroteo.
Pese a que luchó por su vida, Ortiz Pérez murió el 14 de mayo.
Ahora, los padres de quien lo mató fueron arrestados por encubrirlo.
Entusiasta y de buen corazón
Ortiz Pérez era estudiante de segundo año en Southwestern Randolph y miembro del equipo de fútbol en su escuela.
“Era un joven entusiasta y de buen corazón. Su pasión por el juego era contagiosa, y aportaba una energía positiva a cada entrenamiento y partido’’, dijo en un comunicado el equipo de fútbol masculino de Southwestern Randolph.
El equipo lucha por asimilar la pérdida de alguien tan joven y lleno de vida, lamentó.
