Credit: Qué Pasa/Cortesía

Cary.- El dolor provocado por la pérdida de un hijo no tiene comparación con algún otro sentimiento, cuando esto sucede, es difícil para las familias encontrar consuelo.

Así describe Silverio Pérez sus emociones a casi una semana de los hechos que le arrebataron a su hija, Joselin Pérez, de apenas 6 años de edad.

La menor falleció el sábado 30 de diciembre luego de ser atropellada por Andrew Brady Everett, quien enfrenta cargos de provocar la muerte con un vehículo, homicidio involuntario, exceso de velocidad y por manejar de forma imprudente.

La pérdida de la pequeña detuvo de repente la vida de la familia Pérez Hernández, la cual ha recibido el apoyo de la comunidad que vio crecer a Joselin.

Con el objetivo de pedir respeto y comprensión, en entrevista con Qué Pasa, Pérez compartió algunos momentos con los que le gustaría que recordaran a su hija.

Nunca perder la esperanza

Desde que la menor se encontraba en el vientre de su madre, la familia enfrentó retos que superaron gracias al sentimiento de esperanza que siempre los distinguió.

"Antes de nacer, recibimos la noticia del Síndrome de Down, en ese momento nos sugirieron la interrupción de la gestación, pero decidimos continuar", explicó Pérez.

"Si Dios así lo quiso, nosotros no somos nadie para negarle una vida a nuestra hija".

Además, la menor fue diagnosticada con un soplo en el corazón y otras complicaciones de salud, las cuales no afectaron la decisión de sus padres.

Les dijeron también que a partir de cierta edad, la menor necesitaría de cuidados especiales al no poder valerse por sí misma. Pero todas estas advertencias médicas perdieron sentido para Pérez al cargar a su bebé por primera vez.

"Yo la cargué y le dije: 'bienvenida, hija, yo soy tu papá y tu mamá está allá, pero ya estás acá, en este mundo’", recordó.

"Le di las gracias por la felicidad, porque desde el momento que yo la cargué, esa era mi felicidad y yo la abracé la besé".

Así, la esperanza sirvió de motor para la familia en su proceso de cuidar y apoyar a la pequeña.

Al ir creciendo, otra complicación fue su proceso terapéutico para hablar, ya que la menor tenía dificultades para expresarse.

Y, de nuevo, pese a que les decían que sería complicado, la familia apoyó a la pequeña, quien logró aprender a comunicarse superando las expectativas.

"Un día me pidieron en su escuela que fuera a visitarla y al llegar ella me mostró sus juguetes, mostrando un progreso inesperado", señaló.

"La maestra me felicitó porque fui el único de los padres y eso significó mucho para mi hija en ese momento".

Comunidad apoyando

Tras la tragedia del 30 de diciembre, la comunidad de Cary reaccionó acercándose a la familia para apoyarlos en el difícil momento.

Desde llamadas del Gobierno de la ciudad y hasta mensajes de conocidos, la familia se ha sentido acompañada en su pérdida.

Del apoyo comunitario destacan colectas organizadas por la iglesia a la que acude la familia y por el empleador de Pérez.

Estas dos iniciativas cuentan con el consentimiento de los padres de la menor y servirán para apoyar a la familia con gastos funerarios.

Además, el dinero reunido también servirá para cubrir gastos de la familia, ya que por la tragedia, no tienen ningún ingreso.

"Ahora lo único que queremos es darle el funeral que se merece como la princesa que fue para nosotros", exclamó el padre.

Los restos de la menor serán velados en la Iglesia Pentecostal Puerta del Cielo, ubicada en 1411 Diggs Drive, cerca de la I-40 al sur de Raleigh.

Los restos serán velados desde las 3:00 pm y hasta la noche, para ser enterrados el sábado a la 1:00 pm.

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