Raleigh.- El Dr. Norman L. Collins nunca olvida la tragedia que cambió la vida de su familia el 29 de mayo de 2011 en Clarksdale, Mississippi. Aquel domingo, el apuro, un descuido y un malentendido se conjugaron para que su nieto, Bishop, de tres meses de nacido, muriera de un golpe de calor tras permanecer dos horas y media dentro de un vehículo bajo 93 grados de temperatura.

Collins, que ahora vive en Raleigh, estuvo el viernes 28 de junio en el frontis del Centro de Salud del Condado de Wake, conocido como  la “Clínica Roja”, para compartir su historia con la comunidad, en busca de prevenir que se produzcan más muertes como la de su nieto.

“Quiero que todos sean conscientes y prevenir que esto pase de nuevo”, dijo Collins a Qué Pasa. “Desafortunadamente hay mucha gente que dice ‘esto nunca me va a pasar, yo nunca dejaría a mi hijo sólo en el carro’ pero todos nosotros, como seres humanos, podemos tener olvidos”.

Collins contó que aquel domingo fatídico, su hijo llegó tarde a la iglesia junto con su esposa y su hija mayor. Los tres entraron rápidamente y el padre del bebé le pidió a un miembro de la iglesia que llevara al niño a la guardería, pero esa persona no lo escuchó y el pequeño quedó encerrado en el vehículo durante las dos horas y media que duró el servicio.

“Estoy aquí para decirles a todos que por favor presten atención porque si miran las estadísticas, estas tragedias le han pasado a muchos niños durante los últimos años, incluso este año ya tenemos 13 muertes confirmadas”, dijo Collins.

Desde 1998, un total de 619 niños han perdido la vida por un golpe de calor o hipertermia dentro de un vehículo en los Estados Unidos, a un promedio de 38 casos por año, de acuerdo con estadísticas de la Universidad Estatal de San Francisco.

En Carolina del Norte han ocurrido 22 muertes infantiles de ese tipo en el mismo periodo, dos de ellas el último año cuando a nivel nacional se registraron 44 fatalidades.

Es por ello que el Departamento de Servicios Humanos de Wake (WCHS) y Safe Kids, una organización que trabaja para prevenir muertes y abusos infantiles, hicieron una demostración en las afueras de la Clínica Roja para educar a la comunidad sobre el peligro de las altas temperaturas dentro de los vehículos.

Bajo una temperatura de 88 grados, los educadores dejaron una bandeja con malvadiscos y chocolates dentro de un auto cerrado el cual estaba conectado a un termómetro. En menos de 20 minutos, el calor interior superó los 100 grados y el contenido de la bandeja comenzó a derretirse.

“Estas temperaturas son mortales para los niños. En pocos minutos ellos sufren de un golpe de calor y mueren de hipertermia”, dijo Leah Walker-Hernandez, vocera del WCHS. “En los niños la temperatura corporal sube tres a cinco veces más rápido que en un adulto”.

Isaías Suazo, un padre de familia que vio la demostración junto con su hija Catherine de casi tres años de edad, dijo estar muy consciente del peligro del calor y firmó un compromiso para no dejar a sus niños en el carro y llamar a la central de emergencia 911 si es que alguna vez ve a menores solos en los vehículos.

“He visto muchos casos y duele en el alma que un inocente muera por el descuido de un padre”, dijo Suazo, quien contó que trabaja al aire libre y sabe que el calor puede ser asfixiante, más aún dentro de un carro con las ventanas cerradas.

“Cuando uno aprende a ser padre toma precauciones en todo momento”, añadió Suazo.

Recomendaciones

- Nunca deje a su niño solo dentro del carro, ni siquiera por un momento. Dejar las ventanas abiertas no ayudan a reducir el riesgo.
- Ponga en el asiento trasero un bolso, maletín, celular u otro artículo que Ud. va a necesitar en su destino para asegurarse de que no olvida al niño.
- Ponga la alarma en su celular o tableta como recordatorio de que sí dejó al niño en la guardería.
- Si Ud. ve niños solos dentro de un vehículo llame inmediatamente al 911. Puede salvarles la vida.