Este artículo forma parte de una serie de notas que conforman el Suplemento de COVID-19 desarrollado por Qué Pasa.

 

El distanciamiento social es una de las prácticas individuales fundamentales para detener los contagios y evitar la propagación del COVID-19. Forma parte del trío de medidas de prevención formado por las iniciales PEL: Ponerse la mascarilla. Esperar a 6 pies de distancia. Lavarse las manos. En estas tres prácticas de prevención individual se centra el cuidado de cada uno y a su vez el cuidado, que a partir las acciones individuales, se trasladan a la comunidad.  

La distancia social significa guardar una distancia física con los demás, por eso también se la llama distancia física.  “El distanciamiento social consiste en mantener una distancia segura entre usted y otras personas que no pertenecen a su hogar”, explican los CDC.

En esta definición de los CDC expresan los dos conceptos básicos de la distancia social que es necesario entender:

1) Distancia segura: significa que se debe mantener una distancia de al menos 6 pies, la longitud aproximada de 2 brazos extendidos, con respecto a todas las otras personas tanto en espacios interiores como al aire libre. Esto es lo que se considera distancia segura.

2) Personas que no pertenecen a su hogar: significa que la distancia social de al menos 6 pies se debe mantener con toda persona que no viva en nuestra misma casa. Este concepto a veces resulta difícil de comprender. No importa si la persona es un familiar, un hijo, un hermano, o alguien a quien uno percibe como cercano, la norma para evitar contagios es: si no vive en nuestra misma casa, se debe practicar la distancia social.

Por lo tanto, para prevenir los contagios, la distancia social de al menos 6 pies se debe mantener no sólo con los extraños o con los desconocidos, sino con toda persona, sea familiar o no, que no viva en nuestra misma casa.

En este sentido, los CDC recomiendan que todas las personas opten por actividades sociales seguras. Si se participa de una reunión con un grupo reducido de amigos o familiares al aire libre, en patios o jardines, siempre hay que mantener una distancia de al menos 6 pies con todas las personas que no vivan en la misma casa.

 

 ¿Por qué practicar el distanciamiento social?

Dado que hasta el momento no existe ni vacuna ni tratamiento, el único modo de lidiar con el COVID-19 es adoptando medidas de prevención. Estas medidas implican que hagamos un enorme cambio de hábitos. Lo que hasta principios de año era natural e inofensivo, a partir del COVID-19 se volvió amenazador y peligroso. Este es el motivo por el cual, en muchas ocasiones se hace difícil entender y aplicar medidas de prevención como la distancia social.

Sabemos que el COVID-19 se propaga principalmente entre personas que están en contacto cercano, dentro de una distancia de 6 pies aproximadamente. La propagación ocurre cuando una persona infectada tose, estornuda o habla, y las gotitas de su boca o nariz se expulsan al aire y terminan en la boca o nariz de las personas cercanas.

Cualquier persona puede, eventualmente, estar infectado con COVID-19 y no presentar síntomas. Esa persona, no sabe que está infectada y no sabe que está contagiando a otros. Es por eso que se insiste en la necesidad de mantener la distancia social, aun con los seres queridos y cercanos que no viven en la misma casa. Para cuidarlos si uno está infectado sin saberlo y para cuidarse uno mismo si la situación es inversa.

Si se mantiene la distancia social el virus no puede propagarse. Es una de las barreras que tenemos que usar para detener, a partir de las acciones individuales, la velocidad y la cantidad de contagios.

 

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