Raleigh.- Casi 500 personas de diferentes partes de Carolina del Norte tomaron prácticamente las oficinas de la Asamblea Legislativa estatal en una jornada de cabildeo para pedir a los legisladores otorgar acceso igualitario a la educación superior y licencias de conducir a los inmigrantes sin autorización legal.

"Cumplimos con nuestras metas y creo que incluso las superamos", dijo Marucio Castro, dirigente del flamante Congreso de Organizaciones Latinas de Carolina del Norte que organizó el llamado "Día Legislativo Latino" que reunió en Raleigh a 460 personas que de 35 condados y 85 organizaciones de todo el estado, según un balace preliminar.

El evento concluyó en la tarde con una Asamblea Pública sobre la Reforma de Inmigración Comprensiva, en la cual estuvieron presentes, además de los delegados de las organizaciones participanrtes, varios líderes religiosos de diversas iglesias, dirigentes gremiales y representantes de legisladores federales de Carolina del Norte.

"Hemos cumplido en los dos frentes. En el estatal, muchos de los participantes nos revelaron que lograron la meta de educar y relacionarse con los legisladores locales y por la tarde (durante la Asamblea) quedó muy claro que ha surgido una alianza nueva de colaboracion y hermandad entre muchos grupos dispuestos a trabajar en una meta comun que es la reforma migratoria", comentó Castro.

Previo a la asamblea sobre la reforma, durante una conferencia de prensa, Monseñor. David Brockman, Vicario General, Diócesis Católica de Raleigh, dio el apoyo de la Iglesia Católica al proyecto de reforma migratoria en nombre del los obispos Michael Burbidge de Raleigh y Peter Jugis de Charlotte.

"No podemos esperar para reformar un sistema que está quebrado, es injusto y desleal", dijo Brockman durante su discurso en el cual explicó que la Iglesia Católica apoya la reforma de inmigración porque se trata de una "cuestión moral".

"Como católicos, hacemos un llamado a todos los partidos implicados a que se comprometan a seguir este debate en forma civilizada y respetuosa, reflejando la bondad de nuestro país, resistiendo el etiquetado o demonizar a quienes proporcionan trabajo a nuestra economía y una vida para sus familias", afirmó Brockman.

Dana Cope, director ejecutivo de Asociación de Trabajadores del Estado de Carolina del Norte (SEANC), que agrupa a 55 mil miembros de todo el estado, también dio su respaldo pleno a una reforma de inmigración comprensiva y justa.

"Todos somos descendientes de inmigrantes", dijo Cope. "Nosotros compartimos (con los inmigrantes) los mismos sueños y metas:  queremos que nuestros hijos reciban una excelente educación, tener buenos trabajos con salarios justos y queremos dejar este mundo como un mejor lugar para vivir".

"Tengo un mensaje para los americanos. Muchos de ellos sugieren que debemos enviar a 11 millones de personas de regreso a casa. Bueno, hoy tengo algo que decirles: estas personas no se van ¿y saben por qué? por qué ellos ya están en su casa", añadió Cope.

Durante la asamblea pública sobre la reforma de inmigración, líderes religiosos de diferentes iglesias y credo se pronunciaron también a favor de un cambio en el sistema migratorio y la legalización de los indocumentados.

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