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Winston-Salem.- La migración a Estados Unidos desde un país hispanohablante puede significar un desafío al tener que enfrentarse a una nueva lengua: el inglés.

Sin embargo, también puede significar el reto de aprender una segunda lengua, debido a los beneficios que puede traer, como el acceso a un mejor empleo.

Incluso, cuando una persona habla español e inglés se pueden obtener también beneficios cognitivos y culturales.

Por esta razón, es importante aprovechar los recursos que disponibles para aprender una nueva lengua.

Así lo explica Lauren Miller, profesora especializada en español de la Universidad de Wake Forest, donde participa en diferentes programas para personas bilingües.

Lauren Miller se desempeña como profesora asistente de enseñanza de Español en la Universidad de Wake Forest, en Winston Salem. // Crédito: Cortesía. Credit: Cortesía

La académica explica que, al aprender una segunda lengua, un aspecto clave es que no se debe dejar de practicar la lengua nativa.

"El objetivo de ser bilingüe no es solo aprender inglés, sino hablar inglés y mantener el español", destacó Miller.

La profesora ha llegado a esta conclusión gracias a la experiencia que ha tenido como enlace entre Wake Forest y la comunidad latina de Winston-Salem.

Además de dar clases de español, Miller también coordina una programa de tutorías a niños de Mineral Springs Middle School para que aprendan y practiquen español.

La mitad de los alumnos en esta escuela son de origen hispano.

No olvidar la lengua originaria

Como lingüista y profesora, Miller procura que sus estudiantes no pierdan su lengua nativa, ya que esto puede complicar aspectos como la identidad tanto de jóvenes como de adultos.

"Los menores bilingües pueden tener identidades muy complejas, como dificultades para sentirse o americanos o de otra nacionalidad", explica.

Las tutorías a niños de Mineral Spring se centran en repasar vocabulario y temas que los pequeños también aprenden en inglés. // Crédito: Cortesía. Credit: Cortesía

En el programa que Miller coordina en la escuela Mineral Spring, los niños aprenden y practican vocabulario de las materias que toman en inglés, para que así dominen los temas en ambos idiomas.

Para mantener un contacto con la cultura de la lengua nativa, los estudiantes son expuestos a música en español, que incluso puede ayudar a reforzar los vínculos familiares.

De esta forma, los estudiantes mantienen contacto con la lengua y la cultura a un nivel similar al del inglés.

"Cuando solo se aprende inglés los primeros años de escuela, los menores se encuentran en desventaja frente a los estudiantes no hispanohablantes", detalló.

"Pero si desde pequeños se les enseña a leer, por ejemplo, en español y en inglés, pueden estar a la par con sus compañeros".

Aprender a cualquier edad

Miller considera que pensar que una persona ya no tiene edad suficiente para aprender una nueva lengua es solo un pretexto.

En su experiencia, la académica señala que cualquier persona puede aprender una segunda lengua en el momento que desee.

Para ello es necesario hacer uso de los recursos disponibles, como clases de inglés gratis ofrecidas por escuelas, colegios comunitarios y hasta por internet.

"Recursos tan básicos como ver la tele en inglés, ver películas o escuchar música en inglés, todo ayuda", afirma.

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"No se trata de 'todo o nada', con ir aprendiendo algo nuevo diferente todos los días se tiene un avance siempre".

Miller destaca que no es una obligación aprender un segundo idioma como el inglés, pero definitivamente el ser bilingüe hace una gran diferencia.

Ya sea para buscar una mejor oportunidad de empleo, conectar mejor con hijos y familiares o participar de forma activa en la comunidad, el ser bilingüe abre un mundo de posibilidades.

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