Los problemas de inscripción de no ciudadanos en las aplicaciones de registro de votantes se dan más por la laxitud de las normas de empadronamiento de Carolina del Norte, la ignorancia de los que efectúan los registros y de los que aceptan llenar los formularios.

No hay intención de fraude

La intención de hacer fraude no es la razón para que extranjeros no ciudadanos se vean en problemas por cometer delitos federales y estatales contra el sufragio.

Disposición de las aplicaciones

El Artículo 7A del extenso estatuto 163-82 de Carolina del Norte, permite que cualquier persona o grupo solicite formularios en la juntas de votación condales para inscribir votantes.

“La Junta Estatal de Elecciones pondrá a disposición los formularios descritos en (el estatuto) G.S. 163-82.3 para distribución a través de entidades gubernamentales y privadas, con especial énfasis en hacerlos disponibles para las campañas organizadas de registro de votantes”, dice el estatuto G.S. 163-82.5, sobre distribución de las aplicaciones.

Registrantes y registrados

En casos repetidos, los registrantes no reciben instrucciones para efectuar las inscripciones.

Y en algunas situaciones, los registrados no leen bien lo que firman, desconocen el idioma, o siguen sugerencias de personas en las que confían.

Incidentes como esos fueron conocidos por Qué Pasa durante años de cobertura acerca del sufragio.

En un caso una persona con el estatus de residente permanente pospuso durante varios años su solicitud de ciudadanía porque alguien la registró para votar cuando no era ciudadana.

Para fortuna de la perjudicada pudo aclarar la situación.

Una práctica inusual

En los países de donde proceden los inmigrantes hispanos, el registro electoral lo hacen ante oficinas electorales gubernamentales o son inscritos automáticamente cuando se convierten en mayores de edad.

No existe el concepto que particulares u organizaciones registren votantes al azar.

Los votantes utilizan: credenciales para votar, cedulas de ciudadanía o identidad, documentos nacionales de identidad y otros documentos nacionales para sufragar.

Los documentos contienen regularmente la foto del votante y una muestra de una huella digital.

Fraude electoral

El caso más relevante de fraude electoral en tiempos recientes en Carolina del Norte ocurrió en el condado de Bladen, en los comicios de 2016 y 2018, que involucró al veterano operativo político republicano Leslie McCrae Dowless Jr.

El individuo, que falleció en abril de 2022, resultó convicto de fraude electoral en 2019.

El caso no tuvo nada que ver con los inmigrantes.

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