México, 6 oct (EFE).- La influencia de la masonería en México se ha ido diluyendo por la falta de respuestas a la sucesión de problemas surgidos en el mundo, desde el impacto de los grupos de ultraderecha hasta la dinámica de los ecologistas y del feminismo.

"Han llegado nuevas exigencias y la masonería ha tenido respuestas tardías ante estos problemas por no saber cómo dirimir de su simbolismo", dijo a Efe el sociólogo experto en masonería Jonathan Juárez Melgoza.

Hace mas de un siglo, la situación fue distinta en el país por la popularidad de la masonería, debido en parte a la influencia de los dos presidentes mexicanos masones, Benito Juárez y Porfirio Díaz.

A pesar de las causas filantrópicas que pudiera perseguir la masonería, la sociedad la entendió como un club social que permitiría acceder al poder, dado que figuras como Juárez y Díaz fueron "hermanos" -término para referirse a los miembros de una logia-.

"Lo que hiciera el presidente, la gente quería hacerlo, y en un México que tuvo durante varios periodos presidentes que fueron participantes de la masonería hizo que mucha de la gente que trabajó en la alta burocracia también participara ahí, pero también hay boleros y taxistas. La masonería no se dedica solo a acariciar el alto poder", indicó el sociólogo.

Actualmente, según el Gran Maestro del Rito Memphis y Misraím, José Mauricio López López, consultado por Efe, en México hay alrededor de 1.750.000 masones -de una población total de unos 125 millones de personas- pero el número se ha reducido paulatinamente a lo largo de los años.

Las causas son variadas, pero una de las más significativas es que hoy en día "la gente busca crecer económicamente, ya no busca un crecimiento personal", explicó el hermano Benjamín (quien no dio su apellido), y justamente la masonería es eso, una institución donde los hombres buscan perfeccionarse a través del conocimiento.

Se cree, además, que la hermandad está detrás del poder, pero Juárez Melgoza apunta que la influencia que pudieran tener sus miembros en la vida pública radica en los particulares, ya que "a diferencia de otros grupos cofrádicos no es un grupo activista. No va y te pide que integreses para apoyarlos".

La masonería llegó a México durante la guerra de independencia y la Primera República Federal (1824-1835) al actuar las logias como organizaciones prepartidistas ante el absolutismo que imperaba en el país.

"Lo que querían (los miembros), era la participación política, que tuvieran voz, y por ello crean sus lugares de encuentro", explicó a Efe el historiador experto en masonería Julio Martínez García.

De acuerdo con Martínez, existen diversos grupos masones, pero uno de los más representativos es el Rito Escocés Antiguo y Aceptado, que fue integrado por sectores conservadores, como militares realistas y defensores de la colonia española.

También están el Rito York, promovido por el exembajador estadounidense en México Joel R. Poinsett y cuyas agrupaciones se compusieron por personas federalistas, y el Rito Nacional Mexicano, "que es una combinación" de los anteriores.

Desde sus inicios, la cofradía buscó ser una institución hermética, pero la irrupción del internet, a finales del siglo XX, hizo que los miembros tuvieran que renunciar a algunos de los preceptos que los rigieron durante años, como mantenerse en secreto.

La discusión de abrió y hoy en día hay logias que están mudándose a las redes sociales para sumar adeptos a los diferentes ritos masónicos o bien para explicar cuáles son sus fines.

Algunos de los miembros más conservadores lo critican y otros lo aplauden, pero el tema sigue dando de que hablar.

"Algunos masones ven a las redes sociales como un canal para discutir temas fuera de las logias, pero que en nada se parecen a los trabajos y rituales que se hacen dentro de cada taller", explicó el masón José Luis.

Mientras, en México muchos continúan preguntándose qué hacen los masones y qué significa aquella banda de satén donde se representa una escuadra y un compás dorados que resguardan un ojo vigilante.

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