El presidente del Comité Paralímpico Internacional, el brasileño Andrew Parsons, en una foto de archivo. EFE/ David Ramiro
El presidente del Comité Paralímpico Internacional, el brasileño Andrew Parsons, en una foto de archivo. EFE/ David Ramiro

Madrid, 20 may (EFE).- El brasileño Andrew Parsons, presidente del Comité Paralímpico Internacional, asegura a EFE que, a falta de cien días, la idea prevista de celebrar la ceremonia inaugural de los Juegos de París al aire libre, fuera del estadio, sigue en pie, y que no creen necesario tener un plan B por las amenazas de seguridad, aunque admitió que es algo que "supone un toque de atención" y en lo que trabajan cada día.

Parsons (Río de Janeiro, 1977) llegó a la presidencia del IPC en septiembre de 2017 para suceder al británico Philip Craven, que ocupaba la dirección de la entidad desde 2001. En diciembre de 2021 fue reelegido para un nuevo mandato.

Durante los casi siete años de mandato que lleva su objetivo ha sido expandir el movimiento paralímpico por todos los continentes acercándose a los diferentes Comités y federaciones nacionales, realizar programas de cooperación en diferentes lugares dónde los recursos económicos son menores, la firma de un acuerdo histórico con el Comité Olímpico Internacional para trazar una hoja de ruta estratégica común, como mínimo, hasta 2032, y seguir dando visibilidad, a través del deporte, a personas con discapacidad.

Además, tras la pandemia, considera que el movimiento paralímpico sale reforzado y, a nivel global, su "interés en los medios de comunicación es más grande que nunca".

P: Quedan 100 días para los Juegos. ¿En qué punto se encuentra la preparación?

R: En términos de preparación estamos muy contentos con el trabajo de estructuras, equipamientos deportivos y el Comité Organizador. Ahora es el momento de promocionar los Juegos para incrementar la venta de las entradas y dar información en medios de comunicación alrededor del mundo.

P: ¿Le preocupan las amenazas para la ceremonia de inauguración al aire libre?

R: Es un punto de atención. Es algo de lo que estamos pendientes y estamos trabajando con las fuerzas de seguridad de Francia. Hay un poco de preocupación con las ceremonias de inauguración porque son fuera del estadio, pero no creemos que tengamos que tener un plan B porque estamos en los Campos Elíseos y la Plaza de la Concordia, dos lugares dónde anualmente se celebran grandes eventos como la etapa final del Tour de Francia o la zona fan del último Mundial de rugby. Sabemos el momento que se atraviesa en el mundo y por eso hay que estar atentos aunque hasta ahora todo va bien.

P: ¿No hay otro plan entonces que provoque un cambio en la inauguración?

R: Ya vimos a Emmanuel Macron hablar de planes B, C o D. Eso está bien, siempre hay que estar precavidos, pero en este caso no creemos que sea necesario un plan B.

P: Un asunto que ha generado controversia es el alto precio de las entradas para la ceremonia de inauguración. ¿Quién gestiona esos precios?

R: El Comité Organizador fija los precios. Una ceremonia de apertura de Juegos siempre es cara, es como un evento premium, y hay otros eventos deportivos que son más caros. Si se compara con los olímpicos somos más baratos. Eso en cuanto a las ceremonias porque para las competiciones más de la mitad de las entradas cuestan 25 euros o menos.

P: Estos Juegos, sin pandemia, ¿volverán a ser tan globales como antes?

R: El deporte paralímpico es más global que antes. Hay países que antes no estaban. Hay deportes más universales como atletismo, powerlifting o natación y otros más que también crecerán en términos de impacto. Además, el interés de la prensa, por primera vez, ha sido tan elevado que hemos tenido que poner cuotas para viajar a París, como en los olímpicos. Es una evidencia el crecimiento del deporte paralímpico. La prueba es que se han vendido los derechos a 164 países cuando en Tokio fueron 154.

Estos Juegos serán espectaculares en París con escenarios como la Torre Eiffel, el Grand Palais o la equitación en Versalles. Si ponemos la calidad de los deportistas, la calidad audiovisual y el impacto, serán los Juegos más grandes y más globales que podamos tener. Estamos en momento muy especial. Es importante poner a las personas con discapacidad de vuelta a la agenda internacional porque sentimos que se habla mucho de otros grupos pero no tanto de las personas con discapacidad. Queremos seguir con la agenda sostenible para hacer un mundo mejor pensando dónde estamos y a dónde queremos. Mirar hacía el futuro con los Juegos Paralímpicos es muy importante.

P: ¿Se hará un plan para que países africanos que no tienen recursos vean los Juegos?

R: La idea es continuar ayudando a países del África subsahariana. Tokio fue la primera vez y salió bien. Una cosa es vender derechos, por ejemplo, a Brasil, y otra es garantizar que en Burundi, por primera vez, se vean los Juegos. No es un gasto, lo vemos como una inversión.

Rusia, Bielorrusia y el conflicto de Israel

P: ¿Se mantiene que rusos y bielorrusos, como neutrales, no desfilen en la inauguración?

R: Sí, eso sigue igual. Cuando anunciamos los criterios de suspensión eso ya estaba. En ese sentido estamos alineados con el Comité Olímpico Internacional. Hay una cuestión de política en los neutrales y el desfile se hace por países y delegaciones, no por atletas individuales. Todo el desfile se hace bajo un mismo código de respeto.

P: Y a Israel, ¿hay pensado algún tipo de veto?

R: La diferencia del conflicto de Israel con Palestina respecto al de Rusia y Bielorrusia es que esos Comités Paralímpicos están suspendidos porque infringieron parte de nuestra constitución al promocionar la guerra y la invasión. No es algo automático que un país esté en guerra y se quede fuera de los Juegos.

Hasta el momento el Comité Paralímpico de Israel no hay infringido ningún estatuto que conlleve un debate de su suspensión. Hasta el momento participarán con normalidad. Sobre su presencia en los Juegos, la delegación de Israel siempre tiene preocupación por su seguridad y es algo en lo que estamos trabajando.

Siete años en el cargo

P: ¿Ha cambiado mucho el movimiento paralímpico en estos siete años desde su presidencia?

R: Sí, en muchos aspectos, aparte que estamos viviendo un mundo más complicado desde que me eligieron en 2017. Los Comités están mejorando en nivel de desarrollo y hay más países que están tratado de conectar el movimiento paralímpico en sus estructuras. El IPC está más alineado con el movimiento de derechos humanos de personas con discapacidad y esa es parte de nuestra misión. Uno de los objetivos es llamar la atención del mundo y que las personas con discapacidad no sean olvidadas.

Por otro lado, el calendario internacional está más robusto, más organizados y cuenta con una presencia global más fuerte porque también la relación con el Comité Olímpico Internacional está más fuerte que nunca. Hay avances grandes y hay más programas de apoyo a los miembros. Estamos aquí para servir a los miembros y los deportistas y no al revés. Servimos a todos los Comités. He estado hace poco en Cabo Verde, una isla pequeña, y he estado viendo cómo gestionan el deporte. Ese es parte de nuestro trabajo, conocer los retos y oportunidades para crear programas que puedan ser efectivos.

P: Uno de los proyectos más bonitos es el equipo de refugiados

R: Es un símbolo. Los refugiados con discapacidad son quizá el grupo más marginado del mundo. Nadie sale de su país como refugiado porque quiere. Este equipo es importante porque es un símbolo de esperanza y el deporte puede ayudar a las personas a tener una segunda oportunidad, una segunda vida. El equipo en París será más grande que en Tokio y la idea es tener más deportes. Queremos tener apoyo del ministerio de Deportes de Francia porque creemos que es importante que se sientan como un equipo.

David Ramiro

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