Credit: Archivo familiar

Durham.- “Sobresaliente” es una palabra que el diccionario define para aquella persona que ha superado destacadamente un nivel exigido.

La hispana Karla Dimas López, de 18 años, calzaría perfectamente con esta definición tras ser aceptada para estudiar en la prestigiosa Universidad de Duke, en Durham, gracias a sus excelentes calificaciones.

Sin embargo, más que sobresaliente, lo que logró la hispana va más allá del esfuerzo y la dedicación. 

Karla, cuyo nombre en la etimología alemana significa “La más fuerte”, ha roto esquemas al convertirse en la inspiración para los jóvenes hispanos de padres migrantes que apuntan, académicamente, hacia lo más alto. En especial el pequeño poblado de Bladenboro, al sureste de Carolina del Norte.

Rozando la perfección

Solo para tener en cuenta, si alguien quiere ir a una universidad de cuatro años altamente selectiva y destacarse entre otros solicitantes, una buena manera de lograr esto es tener un GPA de alrededor de 3.8 o más. 

Para obtener un GPA tan alto, deberá obtener principalmente A en sus clases en la escuela secundaria. Karla logró un promedio de 4.4. Casi perfecto.

Defender a los débiles

Este promedio le valió una beca de $80,000 por año para que costee casi toda la carrera. En cuatro años, el monto del apoyo que recibirá asciende a $320,000.

“Voy a estudiar para ser abogada para defender los derechos de los pacientes de malas praxis y maltratados”, dice Karla con entereza.

¿La razón? Según reveló, cuando hizo voluntariado en un albergue para ancianos le impactó en el alma cómo eran maltratados.

“Nadie los ayudaba, los maltrataban. Por eso quiero ser la voz para aquellas personas que no la tienen”, aseguró.

Familia de luchadoras

Karla es la menor de tres hermanas de padres mexicanos dedicados a la crianza de cerdos en Bladen. 

María, de 24 años y Brenda, de 21, son sus dos grandes inspiraciones y don Enrique y doña Guadalupe los soportes emocionales que la sostienen y la empujan a seguir adelante.

“Lo son todo para mí. Ellos están muy orgullosos de mis logros”, dijo valorando el esfuerzo que sus papás hacen por ella ya que no tuvieron las mismas oportunidades.

Enrique y Guadalupe migraron a Estados Unidos hace dos décadas y ahora se dedican a la crianza de cerdos en una granja del condado rural de Blanden.

Gracias a ellos, María González es una destacada profesional y es la directora adjunta en organización estatal El Pueblo, mientras que Brenda sigue sus estudios de política pública.

Cabe destacar que Karla Dimas López se ha convertido en la única hispana de su escuela West Bladen High School en ir a Duke y una de las pocas latinas en esa universidad donde estamos seguros dejará huella.

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