El uso repetitivo de antibióticos se vincula con un mayor aumento de peso en los niños, y podría afectar su peso durante el resto de su vida, sugiere un estudio reciente.

Investigadores de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore, analizaron datos de casi 164 miljóvenes de Estados Unidos, y encontraron que alrededor del 21 por ciento habían recibido siete o más recetas de antibióticos en la niñez.

A los 15 años, los que tomaron antibióticos siete veces o más a una edad anterior pesaban unas tres libras más que los que no tomaron antibióticos. El aumento de peso entre los que tomaron antibióticos con frecuencia probablemente se estuviera subestimando debido a una falta de datos completos, dijeron los investigadores.

“El IMC [un cálculo de la grasa corporal] podría verse alterado para siempre debido a los antibióticos que se tomen en la niñez”, advirtió el líder del estudio, el doctor Brian Schwartz, profesor del departamento de ciencias de la salud ambiental. “Nuestros datos sugieren que cada vez que damos un antibiótico a los niños, aumentan de peso más rápido con el tiempo”.

Pero el estudio solo mostró una asociación, no una relación causal, entre el uso de antibióticos y el aumento de peso.
Los hallazgos aparecen en la edición en línea de octubre de la revista International Journal of Obesity.

“Aunque la magnitud del aumento de peso atribuible a los antibióticos quizá sea modesto a finales de la niñez, nuestro hallazgo de que los efectos son acumulativos plantea la posibilidad de que esos efectos continúen y se agraven en la adultez”, dijo Schwartz en un comunicado de prensa de la Hopkins.

Estudios anteriores sugieren que el uso repetido de antibióticos cambia de forma permanente el equilibrio de las bacterias del tracto digestivo, apuntaron los investigadores. Esto altera la forma en que la comida se digiere, y aumenta la calidad de calorías absorbidas, lo que resulta en un mayor aumento de peso, anotaron.

“Los antibióticos sistemáticos deben evitarse, excepto cuando haya una indicación firme. Con todo lo que estamos aprendiendo, es más importante que nunca que los médicos protejan a los pacientes jóvenes de fármacos que no solo no les ayudan, sino que podrían hacerles daño a largo plazo”, concluyó Schwartz.