Dormir no siempre implica descanso y la calidad del sueño depende de muchos factores, entre ellos el colchón y la almohada.

Los cambios de temperatura, el frío o el calor, hacen variar la calidad del sueño, por lo que la elección de los tejidos y los colores de sábanas y edredones es algo a tener en cuenta para dormir como un niño, pues gran parte de la población admite tener problemas de sueño.

Según la Asociación Mundial de Medicina del Sueño, dormir bien es “esencial para la regulación metabólica” y añade que hay una evidente relación entre las horas de sueño y la obesidad. Además, un sueño de calidad permite restablecer la energía celular y restaurar el sistema nervioso central.

Elegir bien dónde dormimos
Según la interiorista del grupo especialista en muebles Lo Mónaco, Ana García, es importante elegir la ropa de cama, y aconseja elegir en verano una composición de sábanas en colores fríos, como el azul o el verde, para conseguir una mayor sensación de frescor y tranquilidad.

"La cromoterapia transmite un significado determinante en nuestra mente que inmediatamente se refleja en nuestro bienestar físico y mental”, indica Ana García. La experta reconoce que nunca está demás tener en cuenta el feng shui, el arte ancestral de la cosmología oriental, que se vincula a la colocación de los elementos esenciales dentro del dormitorio para lograr un sueño más reparador, poniendo la cama entre la corriente de la ventana y la puerta.

Pero si algo ha de estar en unas condiciones óptimas es el equipo de descanso. “El colchón es el eje sobre el que pivota un buen reposo”, explica Ana García, quien añade que lo ideal es optar por soportes que prevengan la presencia de microorganismos para que el descanso sea reparador.

Tipo de materiales
La especialista recomienda materiales como el criolátex, látex fabricado en frío,  que garantizan una temperatura neutra, “que no interfiere en los grados corporales de quien duerme”.

Recomienda cambiar de colchón, como máximo, cada diez años, a pesar de que en la mayoría de los hogares no se tiene en cuenta esta norma y se cambia cuando está completamente deteriorado.

“El intervalo de tiempo que transcurre entre el principio de envejecimiento del colchón y su deterioro absoluto constituye, sin embargo, un lapso delicado y peligroso para la salud de nuestra espalda”, añade García.

Almohadas, muy importantes
Pero además de un buen colchón es vital utilizar una almohada adecuada. La compañía de fibras textiles Advansa, ha creado iX21 samartpillow, en colaboración con el Centro de Estudios de Investigación y Evaluación de la Vigilia y el sueño de Nacy, una almohada inteligente que monitoriza el sueño, con sensores que registran cada movimiento nocturno de cabeza, ruido ambiental y ciclos de sueño sin emisión de ondas.

Los datos que va recopilando los transfiere a una aplicación gratuita para móvil o tableta de manera que podamos obtener las claves de un sueño personalizado. Además, cuenta con un entrenador personal que analiza los datos para después proporcionar consejos sobre cómo mejorar la calidad del sueño.

El interior de la almohada está relleno con miles de bolitas de fibra que se ajustan a cabeza y cuello. Hay que tener en cuenta que cuando no dormimos además de sentir fatiga, se incrementa la pérdida de memoria.