Río de Janeiro, 28 ene (EFE).- El déficit de Brasil en sus transacciones con el exterior se duplicó en el último año, desde 7.235 millones de dólares en 2017 hasta 14.511 millones de dólares en 2018, pero la inversión extranjera en el país alcanzó su mayor nivel en seis años y fue suficiente para cubrir el saldo negativo.

Pese a que el llamado déficit de cuenta corriente de Brasil saltó en un 100,57 % frente a 2017, el saldo negativo en 2018 fue muy inferior al registrado en 2016 (24.009 millones de dólares), en 2015 (54.472 millones de dólares) y en 2014 (101.431 millones de dólares), según los datos divulgados este lunes por el Banco Central.

"A pesar de ese aumento, el déficit aún es bajo para los patrones de la economía brasileña y por eso no representa un riesgo externo para la economía. El saldo negativo, además, fue totalmente financiado por la inversión extranjera directa", dijo el jefe del Departamento de Estadísticas del Banco Central, Fernando Rocha.

El déficit del año pasado se ubicó dentro de las expectativas del Banco Central, que esperaba un saldo negativo en cuenta corriente de hasta 17.600 millones de dólares -equivalente al 0,9 % del PIB. Y el emisor prevé que se vuelva a doblar en 2019, para cuando espera un déficit de 35.600 millones de dólares.

"El aumento del déficit en las cuentas externas es un movimiento esperado cuando la economía crece, ya que aumenta la demanda del país por productos del exterior", explicó Rocha.

La economía brasileña creció un 1,3 % en 2018, según las últimas proyecciones, lo que estimuló fuertemente las importaciones de máquinas, equipos y materias primas, y la proyección de los economistas es que esa expansión del producto interno bruto (PIB) llegue al 2,5 % este año, lo que igualmente estimulará las compras en el exterior.

El saldo negativo en la balanza entre los recursos que Brasil envía al exterior y los que recibe del extranjero no fue mayor en 2018 gracias a que el país consiguió un superávit en su balanza comercial (exportaciones mayores que importaciones de mercancías) de 53.587 millones de dólares.

En contrapartida, el saldo negativo en la balanza de servicios (transportes, alquileres, gastos en viajes internacionales) sumó 33.952 millones de dólares y el déficit en las balanza de rentas (remesas de beneficios y dividendos y pagos de intereses) fue de 36.668 millones de dólares.

El Banco Central informó igualmente que la inversión extranjera directa en el país subió el año pasado hasta 88.314 millones de dólares, un valor seis veces superior al déficit en cuenta corriente y, por lo tanto, suficiente para cubrir el faltante.

La inversión de los extranjeros en proyectos productivos en Brasil no era tan elevada desde 2012 (92.568 millones de dólares) y en 2018 fue en un 25,7 % superior a la de 2017 (70.258 millones de dólares).

La previsión del Banco Central es que la inversión extranjera se ubique este año en 90.000 millones de dólares.