Bangkok, 23 ene (EFE).- Tailandia celebrará el próximo 24 de marzo elecciones generales, las primeras tras el golpe de Estado incruento perpetrado por el Ejército en mayo de 2014, anunció hoy la Comisión Electoral.

El director del ente electoral, Ittiporn Boonpracong, apuntó en rueda de prensa que los partidos tienen entre el 4 y el 8 de febrero para inscribir a sus candidatos para los comicios en los que se elegirán las dos cámaras del Parlamento.

El primer ministro y jefe de la junta militar, el general golpista Prayut Chan-ocha, aún no ha aclarado si se postulará para otro mandato, aunque los analistas políticos y medios locales estiman que es muy probable.

El partido promilitar Palang Pracharath ha expresado su interés en tener a Prayut como cabeza de lista, pero aún no lo ha anunciado oficialmente ni el primer ministro ha confirmado si aceptará.

Las últimas elecciones en el país se celebraron el 2 de febrero de 2014 en medio de protestas en contra del Gobierno de la primera ministra Yingluck Shinawatra.

Los manifestantes bloquearon numerosos colegios electorales y el Tribunal Constitucional declaró inválida la votación.

Yingluck fue depuesta como primera ministra por abuso de poder al influir en el relevo de un funcionario en una decisión polémica por el Constitucional, dos semanas antes del golpe del 22 de mayo liderado por Prayut, entonces jefe del Ejército.

Tras la asonada, Prayut, que renunció a su cargo para autonombrarse primer ministro, prometió celebrar elecciones al año siguiente, después de restaurar el orden, acabar con la corrupción y conseguir la reconciliación, pero rompió su promesa.

Esta situación se repitió al menos dos veces más cuando se comprometió a organizar la votación en 2017 y, más tarde, en 2018.

Las autoridades han escogido el 24 de marzo para que los resultados -que deben hacerse oficiales en un plazo de 60 días tras la votación- y la formación del nuevo Parlamento no interfieran con la coronación del rey Vajiralongkorn el 4 de mayo.

El pasado diciembre, la junta militar levantó algunas restricciones políticas, como las reuniones de más de cinco personas, pero activistas y ONG denuncian que aún hay normas que coartan la libertad de expresión y otros derechos.

Parlamentarios de ASEAN para los Derechos Humanos (APHR, sigla en inglés) indicaron, en un comunicado, que siguen en vigor varias órdenes que permiten la detención "arbitraria" de quienes critiquen a los militares, así como la "sección 44" que da poderes especiales a Prayut.

"Es igualmente crucial que las autoridades permitan que los observadores, tanto locales como extranjeros, tengan acceso a los colegios electorales", indicó el grupo formado por parlamentarios de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).

De carácter iracundo, Prayut ha usado sus poderes para perseguir a disidentes, al tiempo que ha cortejado a los empresarios con promesas de estabilidad y a las clases populares con ayudas financieras.

Sus críticos lo acusan de tratar de mantenerse en el poder y de perseguir a sus adversarios, principalmente a los miembros de la familia Shinawatra, que han ganado todas las elecciones desde 2001 bajo diferentes marcas políticas (Thai Rak Thai, Partido del Poder del Pueblo y Puea Thai).

Thaksin Shinawatra, jefe del Gobierno entre 2001 y 2006, también fue depuesto en una asonada y se encuentra, al igual que su hermana Yingluck, en el exilio, donde ambos evitan sendas condenas de cárcel que les impusieron en rebeldía los tribunales tailandeses.

La nueva Constitución, redactada por una comisión elegida a dedo por los militares, establece un Congreso de 500 miembros elegidos en las urnas y un Senado de 250 escaños no electos, incluidos los jefes del Ejército y de la Policía.

Tailandia ha vivido 12 golpes de Estado desde que se abolió la monarquía absoluta en 1932.

Gaspar Ruiz-Canela