El Cairo, 18 jun (EFE).- La organización Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció hoy que diez centros médicos han sido bombardeados en Siria en el último mes, el último el hospital de Busra, en la provincia meridional de Deraa.

Este hospital, el único que proporcionaba servicios de neonatología y diálisis en toda la provincia, quedó completamente destrozado por un bombardeo efectuado la noche del pasado lunes, según el comunicado de MSF.

"Cuatro barriles rompieron puertas y ventanas. Cuando llegamos, oímos los helicópteros que aún sobrevolaban el hospital y evacuamos al equipo médico y a los pacientes", explicó uno de los médicos que gestionan el hospital.

El mismo facultativo agregó que una hora después los helicópteros lanzaron otros seis barriles con explosivos que provocaron la pérdida de buena parte del equipamiento médico y que destrozaron el edificio.

MSF no precisa qué bando efectuó el bombardeo, pero es el Ejército del régimen sirio el único que cuenta con helicópteros y emplea barriles explosivos en los ataques.

El coordinador general de MSF en Siria, Carlos Francisco, calificó el bombardeo de "inaceptable" e instó a las partes en el conflicto a "respetar a los civiles, las estructuras médicas y el equipo médico, de acuerdo con el derecho internacional humanitario".

Este bombardeo sucede apenas cinco días después de que otro ataque alcanzara el pasado 10 de junio un hospital apoyado por MSF en la ciudad de Alepo, en el norte de Siria.

En dicho ataque, un barril bomba explotó fuera del hospital dañando el equipamiento médico, la farmacia y la sala de cuidados post operatorios.

"Los barriles bomba han dañado y destrozado equipamiento médico, almacenes de medicamentos y generadores. También han provocado el cierre de muchas estructuras de salud en Alepo. El personal médico está huyendo y muchos medicamentos no están disponibles", lamentó Francisco.

MSF gestiona siete instalaciones médicas en Siria y apoya de forma directa más de cien