Fráncfort (Alemania), 21 abr (EFE).- Los mercados financieros y los analistas económicos descartan que el Banco Central Europeo (BCE) vaya a aprobar hoy más estímulos monetarios en la zona del euro y prevén una reunión tranquila.

El consejo de gobierno del BCE decidió en marzo aplicar estímulos monetarios muy agresivos para evitar una deflación en la zona del euro.

La tasa de inflación interanual en la zona del euro subió dos décimas en marzo hasta el 0 % en comparación con febrero, pero se encuentra muy alejada del objetivo del BCE, que es una tasa algo por debajo del 2 %.

El BCE bajó en marzo su tasa de interés rectora, la que cobra a los bancos por refinanciarse a una semana, hasta el 0 %, y cobra a los bancos un 0,40 % por sus depósitos a un día en la entidad monetaria.

Además, el BCE, que compró en 2015 deuda pública y privada por valor de 60.000 millones de euros mensuales, decidió el mes pasado que, a partir de abril de 2016, comprará 80.000 millones de euros durante un año más.

Asimismo el BCE decidió en marzo comprar también deuda emitida por empresas con grado de inversión.

También va a prestar a los bancos a muy largo plazo, a cuatro años, al 0 % y si los bancos conceden créditos a la economía real los dos primeros años, el BCE, incluso, les remunerará los préstamos a un 0,40 % con efectos retroactivos a toda la operación.

El BCE se centra ahora en la implementación de estas medidas ya anunciadas, considera el analista de UniCredit Marco Valli, que prevé que la reunión del jueves será "relativamente tranquila".

Es posible que el BCE no esté muy satisfecho con la apreciación del euro hasta máximos desde hace seis meses en 1,14 dólares, pero "no hay mucho que el BCE pueda hacer, al menos, de momento", según Valli.

"Si el BCE no logra su objetivo de inflación pese a las enormes medidas, podría dar la impresión de que ha perdido el control", opina el analista de Commerzbank Michael Schubert.

"Un factor que sugiere una caída de la confianza es que la aversión al riesgo ha subido notablemente desde mediados de 2014 pese al gran número de medidas aprobadas desde entonces", añade Schubert.

Los mercados prevén que el presidente del BCE, Mario Draghi, se defienda en la rueda de prensa de las fuertes críticas que realizó recientemente el ministro de Finanzas alemán, el cristianodemócrata Wolfgang Schäuble, a la política monetaria de la entidad y los bajos tipos de interés.

El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha defendido a Draghi y en una entrevista con el diario británico "Financial Times" dijo que el BCE es independiente.

Weidmann también transmitió ese mensaje en la última reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington.

Schäuble había dicho que no estaba contento con los bajos tipos de interés del BCE, algo que preocupa a muchos alemanes, que consideran que están erosionando sus ahorros y fondos de pensiones y responsabilizó al BCE en un 50 % del auge en Alemania del AfD, un partido euroescéptico, que se opone a la llegada de inmigrantes al país y que ha logrado un fuerte éxito en las recientes elecciones regionales de tres Estados federados.

El vicecanciller y ministro de Economía alemán, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, defendió ayer en Berlín al BCE al presentar sus pronósticos macroeconómicos para Alemania y acusó a las políticas de "pura austeridad" de la falta de crecimiento en la Unión Europea (UE).