Dublín, 21 jun (EFE).- La Comisión Europea (CE) e Irlanda presentaron hoy un frente unido ante la falta de avances sobre el futuro de la frontera norirlandesa tras el "brexit" y aumentaron la presión sobre el Reino Unido para que presente una solución viable.

De lo contrario, Londres y Bruselas podrían cerrar su separación, prevista para marzo de 2019, sin un acuerdo de salida, según advirtió hoy el presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, al comienzo de una visita de dos días a Irlanda, en la que está acompañado por el jefe negociador comunitario para el "brexit", Michel Barnier.

Su presencia en la isla es vista como una ofensiva diplomática encaminada a calmar la inquietud de Dublín por la parálisis de las conversaciones con Londres y, al mismo tiempo, presionar al Gobierno de la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, a una semana de la cumbre de la Unión Europea (UE).

"Quiero dejar claro de nuevo que Irlanda no está sola. Tiene el respaldo de los (otros) veintiséis Estados miembros y de la Comisión, y eso no va a cambiar", declaró Juncker tras entrevistarse con el primer ministro irlandés, el democristiano Leo Varadkar.

El líder comunitario pronunció después un discurso en el Parlamento de Dublín, donde insistió en que la "frontera de Irlanda" es la "frontera de Europa" y, por tanto, "una prioridad" que debe solucionarse en el marco de un acuerdo final con el Reino Unido.

"Estoy firmemente en contra de cualquier intento de aislar a Irlanda y de no llegar a un acuerdo sobre Irlanda. Irlanda tiene que ser parte de ese acuerdo (de salida)", subrayó Juncker, afectado hoy por un problema de espalda que le dificultó el acceso a la tribuna del Parlamento.

"No estoy borracho, tengo ciática, preferiría estar borracho", bromeó al respecto.

Tras recibir un cerrado aplauso de los diputados y senadores irlandeses, Varadkar le agradeció el apoyo y opinó que la historia le reservará un lugar destacado por su papel en esta "difícil" separación.

"Esta generación afronta muchos retos, entre ellos el 'brexit', que empieza a parecerse a un acertijo proverbial, envuelto en un enigma", dijo el "taoiseach" (primer ministro irlandés).

Varadkar y sus socios comunitarios esperan que May cumpla con los compromisos adquiridos el pasado diciembre, cuando aceptó incluir una salvaguarda en el acuerdo final de salida para que Irlanda del Norte siga alineada con la reglas del mercado único y la unión aduanera tras el "brexit", ante la ausencia de otras soluciones viables.

Desde entonces, recordó hoy el "taoiseach", Londres ha tratado de alterar esas condiciones, al tiempo que Bruselas ha rechazado las propuestas planteadas por May para mantener la frontera norirlandesa tan abierta como sea posible, clave para la economía de toda la isla y su proceso de paz.

La primera ministra ha sugerido la posibilidad de que, además de la alineación reguladora de la provincia, el resto del Reino Unido quede dentro de una unión aduanera durante un periodo limitado, lo que Bruselas considera inviable porque prolongaría la etapa de transición ya fijada y retrasaría la firma de un acuerdo de divorcio definitivo.

Asimismo, May necesita el apoyo de sus socios en el Ejecutivo, el ultraconservador Partido Democrático Unionista (DUP), mayoritario entre la comunidad protestante norirlandesa, que rechaza que la futura frontera con la UE se sitúe en el Mar de Irlanda, pues cree que aislaría a la región.

"Un acuerdo de salida sin solución para la frontera no sirve para nada", recalcó hoy Varadkar, quien volvió a pedir a su colega británica que cumpla con los compromisos adquiridos el pasado diciembre, a pesar de la presión de los unionistas norirlandeses y las tensiones internas en su propio gabinete y en su partido tory.

El "taoiseach" ofrecerá esta noche una cena oficial a Juncker y Barnier en el Castillo de Dublín, después de que el presidente de la CE reciba un doctorado honorífico de la Universidad Nacional de Irlanda.

Juncker concluirá mañana su viaje con un encuentro con el presidente irlandés, Michael D, Higgins, cuyo cargo es principalmente representativo, y una visita en el estadio Croke Park de la capital para asistir a un partido de exhibición de deportes gaélicos.

Por Javier Aja