Londres, 31 dic (EFE).- La Bolsa de Londres cerró hoy con pérdidas un año turbulento en el que ha visto su valor desplomarse casi un 5 % lastrada por la caída de los precios del petróleo y de otras materias primas.

En la jornada de hoy, más corta de lo habitual y sin noticias destacadas, el índice principal londinense, FTSE-100, bajó un 0,51 %, 31,73 puntos hasta 6.242,32 puntos, mientras que el secundario FTSE-250 cedió también un 0,51 %, 89,85 puntos hasta 17.429,82 unidades.

Encabezaron la lista de perdedores en la última negociación de 2015 el grupo de ingeniería Smiths Group, que retrocedió un 1,88 %; la firma de análisis de crédito Experian, que bajó un 1,72 %, y la multinacional Coca-Cola, que se devaluó un 1,70 %.

Ganaron terreno en cambio el grupo Vodafone, que subió un 1,61 %, la cadena de equipamiento deportivo Sports Direct International, que sumó un 1,32 %, y las mineras Rio Tinto y Glencore, con un avance del 1,05 y el 0,76 % respectivamente.

La cotización de hoy marca una devaluación del 4,93 % respecto al principio del año, que el FTSE-100 empezó en 6.566 puntos.

Durante los últimos meses, el índice londinense se ha visto afectado por la depreciación de las empresas de materias primas, en especial petroleras y mineras, que suponen el 17 % de sus sociedades y que se han visto perjudicadas por el descenso de los precios del crudo y los metales.

La Bolsa de Londres vivió su mejor momento el pasado abril, cuando alcanzó el récord de 7.103,9 puntos -gracias a inmobiliarias y farmacéuticas-, tras haber superado en marzo por primera vez 7.000 puntos, alentada por los programas de estímulo económico en Europa y Estados Unidos.

Sin embargo, los bajos precios del crudo, en torno a 36 dólares, y la incertidumbre de entonces por los tipos de interés en EEUU la llevaron a su mínimo en tres años el día 14, cuando bajó hasta 5.874 puntos, para remontar en los últimos días hasta la cotización de hoy.

De cara a 2016, los analistas apuntan que el parqué londinense afrontará retos parecidos, pues se prevé que persista la devaluación de las materias primas y la incertidumbre sobre los tipos de interés en Europa, junto con la ralentización de la economía china y la zona euro y el próximo referéndum en el Reino Unido sobre la pertenencia a la Unión Europea.