Beirut, 23 jul (EFE).- Al menos 2.927 miembros del grupo terrorista Estado Islámico (EI) han muerto desde el inicio, hace hoy diez meses, de los bombardeos de la coalición internacional liderada por EEUU, en Siria, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG señaló que la mayoría de los yihadistas fallecidos eran extranjeros y perecieron en los ataques de la alianza internacional contra objetivos del EI en las provincias septentrionales y centrales de Al Raqa, Deir al Zur, Al Hasaka, Alepo, Homs y Hama.

Entre esas bajas figuran dos importantes dirigentes de la organización, que perdieron la vida el pasado 13 de julio: Abu Osama al Iraquí y Amer al Rafidan.

Al Iraquí era el "gobernador" del EI de la llamada "provincia de Al Baraka", que ocupa parte de Al Hasaka, ya que los radicales han impuesto sus propias divisiones administrativas en las zonas que dominan en Irak y Siria.

Por su parte, Al Rafidan era el exgobernante del EI en la "provincia de Al Jair", que abarca áreas de Deir al Zur.

Aparte del EI, los bombardeos de la coalición también han tenido como blanco el Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, que en este periodo ha perdido a 115 de sus combatientes, entre ellos varios cabecillas, en ataques contra sus bases en el oeste de Alepo y el norte de Idleb.

Uno de ellos es Mohsen Fadli, un dirigente militar del Frente al Nusra, según el Observatorio.

EEUU confirmó ayer su fallecimiento el pasado 8 de julio y apuntó que Fadli era líder del grupo terrorista Jorasán en Siria, vinculado al Frente al Nusra.

Los bombardeos de la coalición no solo han ocasionado muertos entre los yihadistas, sino también entre la población civil siria.

En ese sentido, el Observatorio subrayó que al menos 173 civiles, entre ellos 53 menores y 35 mujeres, han perdido la vida por esos ataques y destacó la masacre ocurrida entre el 30 de abril y 1 de mayo en la localidad de Bir Mahali, cerca del enclave kurdo sirio de Kobani, donde al menos 64 civiles murieron.

Al recuento total de fallecidos se suma un combatiente rebelde que pereció cuando estaba retenido en una base del EI cerca de Al Raqa y que fue golpeada por un ataque de la alianza internacional.

El Observatorio agregó que también hay cientos de heridos, la mayoría militantes del EI, y advirtió de que el número de muertos podría ser superior debido al secretismo que el EI mantiene sobre sus bajas y la dificultad para acceder a algunas zonas del país.

El grupo radical suní proclamó hace un año un califato en Siria e Irak, donde ha conquistado amplias partes del territorio.