San Salvador, 6 nov (EFE).- La parte querellante del proceso contra el expresidente salvadoreño Francisco Flores acusó hoy, durante el segundo día de audiencia preliminar, a la Fiscalía de favorecer al exmandatario al pedir que no sea juzgado por lavado de dinero por la apropiación y desvió de donativos taiwaneses.

Flores, quien fue presidente del país centroamericano entre 1999 y 2004, es acusado de apropiarse de 5 millones de dólares y desviar otros 10 millones a un banco en Costa Rica y posteriormente a una cuenta en El Salvador del partido Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), ahora en la oposición y que lo llevó al poder.

Dichos fondos fueron recibidos como una ayuda de Taiwán para El Salvador para obras de reconstrucción después de dos terremotos que asolaron el país en 2001.

La querellante Berta de León señaló que "el papel de la Fiscalía en este caso ha sido precario" y que no imputar el delito de lavado de dinero es "un acto claro de favorecimiento al acusado".

Según la abogada, durante la investigación previa, el ente fiscal "no solicitó elementos claves" como el "peritaje bancario para ver el recorrido del dinero" y no actuó de manera "conjunta" con la querella durante las indagaciones en Costa Rica.

"Ante la precaria actuación de la Fiscalía, fue la querella la que estableció los elementos que sostienen la acusación" de lavado de dinero, expuso ante el juez Miguel Ángel García Argüello, encargado de la causa.

Añadió que la Fiscalía "no solo ha omitido investigar el lavado y la participación de otras personas, sino que ha ocultado información".

Según de León, el ente investigador no presentó como pruebas un informe de "inteligencia financiera" de la agencia Contra los Delitos Financieros del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (FILCEN, por su siglas en inglés) y uno de "operaciones sospechosas" del International Bank of Miami.

Al finalizar la audiencia preliminar, el juez determinará si el exgobernante es enviado a juicio por los delitos de enriquecimiento ilícito, peculado y desobediencia de terceros.

También decidirá si se suma el cargo de lavado de dinero.

El exgobernante llegó este viernes al juzgado de la capital salvadoreña cerca de las 08.00 hora local (14.00 GMT), escoltado por un fuerte dispositivo policial e ingresó por un sótano, al que la prensa no tuvo acceso.

Tras estar prófugo unos cuatro meses, el expresidente se entregó a la Justicia el 5 de septiembre de 2014 y un juez le dictó arresto domiciliario, pero dicha decisión fue revocada por un tribunal superior y Flores pasó a una celda policial.

Sin embargo, se le restituyó el arresto domiciliario después de que en octubre de 2014 estuviera hospitalizado durante 19 días por una trombosis en una pierna.

Flores es el primer presidente de la historia reciente de El Salvador en ser procesado.