San Juan, 6 sep (EFE).- El pueblo de Trinidad y Tobago acude mañana a las urnas para participar en unos comicios generales que se prometen muy reñidos y en los que está en juego la reelección de la actual primera ministra, Kamla Persad-Bissessar.

Las encuestas realizadas apuntan a que los dos principales partidos que se presentan a estas elecciones, supervisadas por un equipo de la Comunidad del Caribe (Caricom), cuentan con apoyos muy similares entre la población, por lo que es difícil prever el resultado, que podría no conocerse hasta el miércoles.

Persad-Bissessar, jefa del Ejecutivo y líder de la coalición socialdemócrata Congreso Nacional Unido (UNC, por su sigla en inglés), ha fijado entre sus prioridades de Gobierno si resulta reelegida reducir el crimen, promover la vivienda pública y mejorar el sistema de salud.

Además ha prometido regularizar la situación de los cerca de 30.000 ocupantes ilegales de viviendas protegidas y no recortar empleos públicos ni reducir los salarios de los funcionarios.

Otra de sus promesas electorales gira en torno a favorecer el autogobierno de la isla de Tobago y la recuperación de la pena de muerte en un territorio muy azotado por la criminalidad, problema que comparte con otros países del Caribe.

En una de sus últimas intervenciones públicas, Persad-Bissessar mostró su confianza en que se estabilice la economía del país si sigue en aumento el precio de los combustibles.

El principal partido de la oposición, Movimiento Nacional Popular (PNM, por su sigla en inglés), está liderado por Keith Rowley, quien ha prometido "restaurar la integridad y moralidad de los asuntos públicos", que considera han sido destruidos por la actual administración.

El PNM, formación de centroizquierda, propone aumentar el presupuesto de la Comisión de Integridad de la nación para evaluar casos de fraude y corrupción en el sistema público, así como establecer la Autoridad de Ingresos de Trinidad y Tobago, cuya creación ha sido aprobada por ley pero aún no se ha acometido.

Con ese organismo se quiere mejorar la recaudación de impuestos y la distribución de los mismos.

Rowley apuesta además por la creación de una Autoridad Conjunta de Protección de Fronteras que vigile los procesos migratorios en todos el país.

Propone también la creación de una Agencia para el Manejo de la Policía para capacitar y supervisar las fuerzas del orden en la lucha contra el crimen.

La creación de empleos, un eficiente manejo de recursos naturales como el agua, la adaptación de políticas para responder al cambio climático y la mejora de las relaciones con países vecinos miembros de Caricom, particularmente Jamaica, figuran también entre sus propuestas.

En 2010, Persad-Bissessar, una abogada de origen indio, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de primer ministro de Trinidad y Tobago, acabando con los 43 años en el poder del PNM.

En ese entonces, el UNC liderado por la mandataria obtuvo 29 de los 41 escaños del Parlamento que rige la política de las dos islas, que cuentan con cerca de 1,3 millones de habitantes.

Antigua colonia británica, Trinidad y Tobago es miembro de la Comunidad del Caribe y cuenta con una economía muy ligada a los hidrocarburos y la petroquímica.

Territorio con varias refinerías de petróleo, en las últimas fechas ha ganado protagonismo como proveedor de Guyana, vecino que solía importar energía desde Venezuela, país que ha restringido sus envíos a causa de la disputa por la región fronteriza de Esequibo.