Charlotte.- Grandes diferencias se marcaron en el juego de esta semana de las Panteras. Hacía mucho rato que los “felinos” no mostraban determinación y estrategia.

La estrategia estuvo orientada en no desperdiciar las oportunidades de marcar, aunque fuera con goles de campo. Las clásicas y conocidas patadas de gol tuvieron a un gran intérprete en Olindo Mare quien anotó para 150 yardas totales producto de 4 patadas, si sacamos la cuenta son 12 puntos bajo este concepto, situación que no se había aprovechado anteriormente.

Por otra parte, el trabajo de la ofensiva de las Panteras se mostró muy variado y las alternativas de ataque fueron muy efectivas. Ahora, lo de Cam Newton es sinceramente notable, volvió a tener una excelente actuación y otra vez ha marcado un récord para este juego, 256 yardas y su séptimo touchdown empatando así una marca que se mantenía desde que se fusionaron la AFL y la NFL en 1970.

El marcador de 33 a 20 refleja que fue un juego algo disputado pero creo que esta vez, los Carolina Panthers en ningún momento dejaron crecer a su rival y fueron superiores de  principio a fin. Además ayudo muchísimo el hecho de que se haya lesionado Hightower importantísimo en el juego terrestre de Washington, en un momento clave del encuentro, la verdad es que desde que los Redkins perdieron a este elemento, el resultado quedo sentenciado a favor de las Panteras.

Ha vuelto un poco la esperanza a las filas felinas, toda vez que ahora les tocará enfrentar dos partidos más en calidad de local. La próxima semana  frente a Minnesota y luego tras una semana de descanso a Tennesse. Ambos encuentros súper accesibles y de ganarlos  dejarían muy bien posicionado a Carolina para mirar con optimismo el final de los juegos previos a la postemporada.

Un regalito de ilusión entregó las Panteras, siendo bien objetivos, se tiene equipo para postular a algo más, solo se requiere mantener un orden, ser muy disciplinados en la  estrategia y no cometer los errores de partidos pasados.