México, 10 jun (EFE).- Con 301 transferencias, 75 en el máximo circuito y 226 en el Ascenso, el fútbol mexicano se encamina hoy al torneo Apertura 2016, el primero en el que se podrá convocar a diez extranjeros y a ocho mexicanos por partido.

Los equipos gastaron alrededor de 1,019 millones de pesos (70,2 millones de dólares) en el mercado de jugadores o sistema de transferencia celebrado el miércoles y jueves en Cancún, en el marco de la llamada semana del fútbol.

Los 18 equipos de primera división completaron durante el sistema un total de 75 transferencias, 18 en compra definitiva y el resto a préstamos, por 956,4 millones de pesos (51,8 millones de dólares).

En la Liga de Ascenso, formada por 16 equipos, se completaron 226 operaciones de compra y/préstamo de jugadores por 63.2 millones de pesos (18,45 millones de dólares), indicó el titular de la liga, Enrique Bonilla.

Las 301 operaciones van de compras como la que hizo Tigres por nueve millones de dólares para adquirir al argentino Ismael Sosa, de los Pumas UNAM, al préstamo de Raúl López de las Chivas de Guadalajara al Pachuca.

Los movimientos más sonados en el máximo circuito fueron la compra de Sosa por los Tigres, el traspaso del colombiano Andrés Andrade del América al León y la del argentino Silvio Romero, de los Jaguares de Chiapas al América.

El argentino Daniel Ludueña y el paraguayo Dante Delgado, compañeros en los Pumas de la UNAM del máximo circuito, fueron enviados al Zacapetec Siglo XXI de la Liga de Ascenso.

El equipo Bravos de Juárez, que perdió la lucha por el ascenso ante el Necaxa, se hizo de los servicios del guardameta Cirilo Saucedo, de Gerardo Lugo, Enrique Esqueda y Antonio Briseño, entre otros, para la nueva temporada.

El llamado sistema de transferencias es el único canal para hacer compras y ventas de jugadores con registro en la liga mexicana y su cierre representa el último de los preparativos para la nueva temporada.

El Apertura 2016 comenzará el 15 de julio con las competiciones de liga del máximo circuito y la liga de ascenso y el torneo de Copa que mezcla a los equipos de ambas divisiones y el cual dará la patada inicial una semana después.

Cerrado el mercado nacional al no poder fichar jugadores con registro local, los equipos buscarán refuerzos fuera del país para ampliar sus cuadros ante la nueva regla que les permite llamar para cada partido a diez extranjeros y ocho mexicanos.

En este siglo, los equipos estaban limitados a tener en el terreno de juego un máximo de cinco extranjeros junto con seis mexicanos, ya sea por nacimiento o por contar con la ciudadanía.

Con la nueva regla, un equipo podrá jugar un partido hasta con diez jugadores no nacidos en México.