Raleigh.- Diversas organizaciones y grupos comunitarios rechazaron el avance del proyecto de ley HB 338, que había estado estancado durante tres meses en el Comité de Apropiaciones de la Cámara de Representantes.

“Si los legisladores quieren seriamente mejorar la seguridad pública, en lugar de perseguir a aquellos que sólo quieren ir a trabajar y a la escuela sin miedo, deberían enfocarse en facilitar que más conductores pasen los exámenes y estén asegurados”, opinó Sarah Preston, directora de la Unión de Libertades Civiles (ACLU) en Carolina del Norte.

“Nosotros pensamos que es momento que Carolina del Norte extienda los privilegios de conducir a los inmigrantes que sólo quieren ser capaces de conducir con seguridad y sin temor a sanciones excesivas”, añadió Preston.

Angeline Echevarría, directora de El Pueblo, también mostró su decepción por la aprobación del proyecto HB 338 que según dijo  no soluciona el problema de la inseguridad y sólo castiga más a los inmigrantes.

“Si en realidad fuera por la seguridad, los legisladores estarían buscando invertir más en el transporte público para que la gente que no tenga necesidad de manejar, pero como están la cosas las personas tienen que conducir  para ir a trabajar o llevar os niños a la escuela”, dijo.

Gregorio Morales, miembro del Comité Popular Somos Raleigh, cuestionó el perfil racial del proyecto.

“Este es un proyecto  claramente antiinmigrante, no hay manera de disfrazarlo, porque el objetivo es perseguir a la comunidad indocumentada”, opinó Morales.