Raleigh, 22 oct 2015.- Catorce días después de protestar sin ninguna restricción, todas las tardes, frente a la mansión del gobernador Pat McCrory pidiéndole que vete el proyecto de ley antiinmigrante HB 318, los manifestantes hispanos recibieron la tarde del miércoles la inesperada visita de la policía.

Los manifestantes estaban protestando, como lo han hecho todas las tardes desde el lunes 6 de octubre, frente a la entrada de la mansión del gobernador en la segunda cuadra de Blount Street, cuando dos oficiales de policía se les acercaron para solicitarles los permisos respectivos para manifestarse en el lugar.

David Salazar, miembro del grupo “Sí a las licencias, no a las restricciones”, uno de los que organiza las protestas, mostró los permisos respectivos pero uno de los oficiales indicó que no podían usar megáfonos porque para ello necesitaban un permiso específico que los manifestates no tenían.

Salazar, así como otros manifestantes, entre ellos Angeline Echevarría, directora de la organización El Pueblo, le reclamaron al oficial por qué llegó a solicitar permisos cuando ellos han estado allí protestando desde hace más de dos semanas sin que nadie les dijera nada.

El oficial se limitó a exlicar que seguía órdenes y que fue enviado al lugar por su superior, el capitán Mathews.

Para los manifestantes, quedó claro que a McCrory le molestó su presencia particularmente el miércoles porque en su mansión se llevaba a cabo un evento con invitados.

Foto Eloy Tupayachi - Qué Pasa