Frío. Tormentas de hielo. Vientos. Lluvias. Heladas. Nieve. Días más cortos. Largas horas de oscuridad. Carreteras peligrosas por el hielo. Cancelación de clases. Posibilidades de cortes de energía. Temperaturas bajo cero. Llegó. Nuevamente está aquí. Es el invierno con todo su despliegue.

Muchos hábitos cambian en invierno. Hay quienes disfrutan del frío y de las actividades invernales. Otros no ven la hora de que vuelva el calorcito, la ropa liviana y los días largos del verano.

Más allá de los gustos personales el invierno puede afectar el estado emocional de algunas personas. Este fenómeno es conocido como Trastorno Afectivo Estacional o TAE. Su propio nombre nos explica que es un trastorno del estado afectivo propio de una de las estaciones del año.

TAE es un tipo de depresión que ocurre en una determinada estación del año.

También se la denomina Depresión de invierno o Depresión estacional.

Se considera que cerca de un 5% de la población padece Trastorno Afectivo Estacional, también conocido por sus siglas inglesas como SAD (Seasonal Affective Disorder).

Se trata de un estado depresivo que afecta a algunas personas durante los meses invernales. Puede comenzar con el fin del otoño y prolongarse hasta el inicio de la primavera. Muchos especialistas opinan que la causa de este fenómeno es la disminución de las horas de luz solar que recibimos durante el invierno.

Se ha planteado que los trastornos estacionales no son causados por factores psicológicos o sociales. La casusa es climática: Es la falta de luz natural lo que deprime. Se piensa que el TAE es causado por la respuesta del cerebro a la disminución de la exposición a la luz natural.

Esto provoca niveles bajos de serotonina y melatonina, encargados de regular los ciclos de sueño y vigilia y el estado de ánimo.

Es una depresión transitoria, que mejora con el final del invierno. La primavera y el aumento de luz solar reestablecen el buen funcionamiento del cerebro y la persona recupera su bienestar.

Características de la Depresión Invernal
La depresión invernal o TAE se caracteriza por la presencia de alteraciones del humor propias de la depresión, como tristeza, ansiedad, irritabilidad, pensamientos negativos, falta de motivación, cansancio, pérdida de interés en las cosas y falta de concentración.

No todas las personas que sufren de TAE tienen los mismos síntomas.

Los más comunes son:

  • Tristeza, ansiedad o sentimientos de “vacío”
  • Sentimientos de desesperanza y/o pesimismo
  • Sentimientos de culpa, inutilidad o impotencia
  • Irritabilidad, desasosiego
  • Pérdida de interés en actividades que antes solía disfrutar
  • Cansancio y disminución de energía
  • Dificultad para concentrarse, recordar detalles y tomar decisiones
  • Dificultad para dormir o dormir demasiado
  • Cambios de peso
  • Pensamientos de muerte o fantasías de suicidio.

Algunas recomendaciones para la depresión invernal
Si usted presenta síntomas de TAE ligeros, se recomienda que comience a incrementar su exposición a la luz artificial y natural.

Es muy bueno comenzar con un programa de ejercicio diario, por ejemplo, caminar, andar en bicicleta. Ponerse un buen abrigo y realizar actividades al aire libre, aprovechando al máximo la luz solar. No dejarse vencer por la inercia, y tratar de hacerlo aunque sea 20 minutos al día.

Céntrese mayormente en el autocuidado, programando actividades y prácticas que aumenten su bienestar.

Si sus síntomas de depresión estacional son severos, debe recurrir a un profesional. Sin embargo, hay algunas medidas que puede tomar por su cuenta que pueden ayudar.

Pruebe lo siguiente:

  • Haga su entorno más soleado y brillante. Persianas abiertas, recorte las ramas de los árboles que bloquean la luz solar. Siéntese cerca de ventanas luminosas, en el hogar o en la oficina.
  • Salga a la calle. Tome un largo paseo, haga el almuerzo en un parque cercano, o simplemente siéntese en un banco a tomar el sol. Incluso en los días fríos o nublados, recibir la luz solar al aire libre puede ayudar.
  • Haga ejercicio con regularidad. El ejercicio físico ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad, los cuales pueden aumentar los síntomas del trastorno afectivo estacional. Estar más en forma puede hacer que se sienta mejor consigo mismo, también, que puede levantar su estado de ánimo.

Importante: Ante síntomas de depresión es necesario consultar a un profesional. Él determinará el tipo de depresión que padece y indicará el tratamiento apropiado.