Winston-Salem.- Ante la ausencia de una forma segura de identificarse para tantas personas, líderes religiosos y comunitarios de distintas ciudades del Piedmont han buscado alternativas, creando programas de expedición de documentos que aunque no tengan validez legal, pueden funcionar para identificarse con la policía.

En Winston-Salem, CHANGE, un conglomerado de líderes que representan a distintas iglesias y comunidades de todos los rincones de la ciudad, comenzaron a expedir en 2010 su propia identificación de membresía de la organización.

Al poco tiempo, negociaron con el jefe Scott Cunningham para que el Departamento de Policía de Winston-Salem aceptara dicho documento como una forma de identificación no oficial, además que varios empresarios comenzaron a otorgar descuentos en sus tiendas a clientes que presentaran la tarjeta.

Según Sharee Fowler, miembro de CHANGE, desde la creación del programa de expedición de credenciales, se han distribuído más de 1,000 tarjetas a los distintos miembros de la red.
La última ocasión que se dieron tarjetas fue en mayo pasado. Fowler no respondió cuándo tienen planeado reanudar la entrega de identificaciones.

Sin embargo, señaló que para tener acceso al documento, es necesario ser un miembro de la organización y que la función principal de la tarjeta es permitir a sus portadores que se sientan orgullosos de CHANGE y que muestren que son ciudadanos activos en la comunidad. “No es solamente para personas indocumentadas o para cualquiera”, dijo Fowler.

El jefe Cunningham no respondió a dos pedidos de Qué Pasa para comentar acerca del funcionamiento de las tarjetas en la ciudad, aunque Fowler dijo que la recepción por parte de la policía ha sido positiva, sin recibir quejas del departamento.

Mientras tanto en Greensboro, FaithAction International House ha estado negociando también con las autoridades, quienes estudian la posibilidad de comenzar un programa similar al de Winston-Salem, aunque se desconoce cuándo podría comenzar.

En Rockingham, de igual forma el pastor Leoncio Ríos intentó convencer al sheriff Sam Page para abrir la posibilidad de que su agencia acepte documentos alternativos como forma de identificarse.

El sheriff Page no tiene ningún interés en admitir ese tipo de tarjetas. “Para lo único que esas tarjetas funcionarían es para que yo pueda hablarle al ministro o familiares de una persona sin identificación para informarles que está en la cárcel”.