Greensboro.- Centenares de fieles guadalupanos corrieron por las calles de una iglesia a otra en la gran cadena humana que lleva la Antorcha Guadalupana con su mensaje de unidad y dignidad para los inmigrantes.

Mocksville, Greensboro, Siler City, High Point y Thomasville fueron las ciudades sedes de la visita del fuego del Tepeyac entre el miércoles y sábado pasado, acompañado de las imágenes de la Virgen de Guadalupe y Juan Diego, que tras su recorrido por varias partes de México y Estados Unidos, cruzó Carolina del Norte antes de llegar a su destino final en Nueva York el próximo 12 de diciembre.

“El significado de la antorcha guadalupana es unir familias dividas por las fronteras”, explicó Deanna Torres, una de los organizadores de la recepción en la Iglesia San Francis de Assisi en Mocksville. “Muchos rezan y sienten consuelo sabiendo que hicieron una conexión con sus familias por medio de las imágenes”.

Para el padre Juan Timlin de la Iglesia Santa María de Greensboro, cada año que regresa la delegación portadora de la Antorcha Guadalupana, se convierte en un gran evento cultural de la gente, donde todos vienen y se unen por la Virgen.

Los corredores que participaron en los distintos recorridos de la iglesia catpolica de una ciudad a otra, portaron el fuego que inició de una vela en la Basílica de Guadalupe en la Ciudad de México, y ha sido transportado de mano en mano sin extinguirse, iluminándolos con una sensación de unidad. “Lo estamos haciendo con mucha devoción y cariño por toda la comunidad hispana en Estados Unidos”, explicó el Eliázar Sosa de Greensboro , quien corrió cargando la antorcha acompañado de su hijo Fabián.

En cada ciudad que llegaba la Antorcha, los esperaba una parroquia llena de familias, además de distintas presentaciones de bailes folclóricos para rendirle tributo a sus raíces y tradiciones.lallamaque1lallamaque2lallamaque3lallamaque5