Winston-Salem, 11 de mayo de 2016- Niños trabajando en las granjas, sueldos no pagados, viviendas deplorables y en ciertos casos condiciones semejantes a la “esclavitud”, son algunas de las quejas que el Comité Organizador de Trabajadores Agrícolas  (FLOC) ha protestado contra la corporación tabacalera Reynolds American por casi una década.

Afuera de la reunión que los accionistas de Reynolds American sostienen cada año en su edificio sede, en el centro de Winston-Salem, más de un cententar de migrantes campesinos y activistas protestaron por noveno año consecutivo para que la empresa detenga estos abusos, debido a que el tabaco de sus productos proviene de las mismas granjas donde ocurren estos hechos, algunas en Carolina del Norte.

Trabajadores del campo, miembros de FLOC y activistas marcharon por el centro de Winston-Salem el jueves por la mañana, a pesar de la lluvia.

En las negociaciones entre FLOC y los empresarios tabacaleros hay “esperanza”, explicó a Qué Pasa Baldemar Velásquez, presidente de FLOC, señalando que en la última auditoría presentada por Reynolds American sobre las granjas que contratan, admiten que ocurren estos actos, a diferencia del pasado, cuando ni siquiera estaban dispuestos dialogar.

Francisco, de 17 años, vive con su familia en una granja en el condado Duplin, al este del estado. Según declaró a Qué Pasa, la vivienda que les asignó  su patrón tiene un hoyo en el techo y los baños se están pudriendo. Desde la edad de 10 años trabaja todos los veranos en la granja por un salario de $6 la hora.

Una situación similar describió Génesis López del grupo juvenil FLOC Homies, quien viajó toda la noche en un autobús con trabajadores agrícolas de Ohio para participar en la protesta. “Reto a los accionistas a que vayan al campo y vean lo que sucede”.

Además de protestar afuera de las oficinas centrales de Reynolds American, FLOC marchó por las calles del centro de Winston-Salem, acompañado de grupos que apoyan los derechos de los campesinos.

“¿Cómo pueden ganar millones de dólares y no pagar un salario justo?”, cuestionó Julie Taylor, presidente de National Farm Worker Ministry, quien también entró a la reunión de accionistas unas horas antes.

David Howard, director de comunicaciones de Reynolds American, dijo que la empresa está abierta a explorar formas de mejorar las condiciones de los trabajadores y mencionó los esfuerzos de la corporación en promover granjas sustentables.

Sin embargo, a pesar de los avances, Velásquez dijo que todavía falta el punto más importante que se trata que los trabajadores del campo tengan el derecho de organizarse y formar colectivos para negociar con las granjas, tema que  para Reynolds American está fuera de la mesa.

Desde Ohio viajaron trabajadores agrícolas para protestar las malas condiciones de vida en las granjas donde se cultiva el tabaco.