Winston-Salem.– Entró en vigor la ordenanza que rige en todo el condado Forsyth, incluyendo Winston-Salem, que castiga a los propietarios de perros que dejen amarrados afuera de su casa.
Las multas por este acto pueden ascender hasta los $500 y el perro podría ser confiscado por Control Animal.
Sin embargo, más allá del castigo para los dueños, para Jennifer Tierney del grupo Unchain Forsyth que aboga por las mascotas, dejar a un perro encadenado “es inhumano, malo para la seguridad pública y un costo para la comunidad”.
Tierney señaló un estudio del Centro de Control de Enfermedades (CDC), que indica que los perros atados tienen casi el triple de probabilidad de morder. Esta posibilidad puede aumentar si la víctima es menor de doce años.
“Los perros tienen un instinto de pelear o escapar y si está encadenado no puede correr”, explicó Tierney sobre la razón que provoca a los perros atados que muerdan. “Su pequeño espacio puede defenderlo hasta la muerte”.
Durante el último año, Control Animal emitió advertencias a personas que fueron sorprendidas dejando a un perro solo y atado en el exterior. A partir del 15 de noviembre, empiezan las multas.
Otras ciudades con ordenanzas similares en Carolina del Norte existen en ciudades como Asheville, Cary, Chapel Hill y Clayton, además de los condados Cumberland, Durham, Guilford y New Hanover, de acuerdo con PETA. En otros sitios como Burlington, Raleigh, condados Randolph, Orange y Chatham se permite atarlo por unas horas.