Winston-Salem.- La excusa de tomar un trago porque es fin de semana o una cerveza porque estamos entre amigos es algo típico de nuestra comunidad.
También bebemos alcohol porque “el agua es para las plantas” o “hay que festejar”.
Estas costumbres, sin embargo, pueden resultar en una adicción: ser alcohólico.
Datos de la Encuesta Nacional sobre Uso de Drogas y Salud de 2018 indica que una cuarta parte de los hispanos en Estados Unidos asegura consumir alcohol excesivamente.
Un estudio realizado en 2016 y publicado en la Biblioteca Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud revela cómo es el consumo de alcohol entre trabajadores latinos. Los resultados surgen a partir de entrevistas realizadas entre mayo y agosto de 2012 a 325 trabajadores agrícolas y 212 trabajadores no agrícolas de Carolina del Norte.
El 48.5 por ciento de los trabajadores agrícolas tuvieron al menos una borrachera en los últimos tres meses, pero el 23.8 por ciento dijo haber participado frecuentemente en una borrachera.
El caso de Neto o Nesto






Ademir Ernesto Marroquín-Ulloa falleció el 8 de mayo a los 52 años, después de pasar casi un mes en el hospital. Llegó ahí el 14 de abril porque le pidió a su prometida que lo llevara. Tenía 12 días tomando alcohol sin poder parar.
Él era mexicano, de Chiapas, y vivía en Greensboro desde hace casi tres años. Tenía dos trabajos, uno como chef en un hotel y otro en un restaurante local.
Empezó a tomar a los 14 años, cuenta Lydia Alemán, su prometida quien conoció a Nesto vía Facebook. Tenían un año comprometidos.
“Me trataba como si fuera su propia hija y a mi hija como si fuera su propia nieta”, agrega Yesenia Jiménez, hija de Alemán y compañera de trabajo de Neto.
“Él fue la figura paterna perfecta que nunca tuve, desde el día uno”, asegura.
Y es que al principio nadie sospechó de su adicción, platican, porque tomaba una o dos cervezas de vez en cuando. Todos en el trabajo lo estimaban y tenía buen humor.
Neto, como lo llamaban los demás, vivió más de 20 años en Virginia, donde tenía esposa y familia, y había entrado a rehabilitación en varias ocasiones.
Su familia lo cortó, no le contestaba el teléfono y eso lo tenía deprimido, comparte Alemán, de raíces puertorriqueñas.
El primer episodio de alcoholismo de Neto que vivió su prometida sucedió en agosto de 2022 cuando tomó durante 8 días sin ingerir una comida completa. El segundo episodio fue en abril y terminó de forma trágica.
Al llegar al hospital tenía pancreatitis, su hígado dejó de funcionar, era diabético y sus órganos empezaron a fallar.

Ahora Alemán pide ayuda para sobrellevar los gastos médicos, de funeral y entierro, además de los gastos que compartía con Nesto. Puedes donar dinero para ayudarla aquí.
También comparte su experiencia porque no quiere que su situación se repita y pide que las personas busquen ayuda a tiempo.
Pide ayuda
Participar en una reunión puede inspirarte a dejar de tomar y cambiar tu vida, aseguran fuentes de Alcohólicos Anónimos (AA) en Carolina del Norte.
Las reuniones de AA ofrecen estrategias reales para la rehabilitación del alcoholismo y lograr la sobriedad a largo plazo.
Cerca de ti
Estos son lugares que hablan español y te orientan si tú o alguien de tu familia tiene problemas con el alcohol en Winston-Salem.
- Alcohólicos Anónimos De La Sombra a La Luz
Dirección: 2010 Brewer Rd.
Horario: martes y viernes de 8:00 a 9:00 P.M.
Domingos de 6:00 a 7:00 P.M.
- Alcohólicos Anónimos Grupo Tres Legados
Dirección: 437 E Sprague St.
Horario: lunes de 8:00 a 9:00 P.M.
Atlas es un recurso que te ayuda a recibir tratamiento contra distintas adicciones. Es gratuito y está disponible en Carolina del Norte. Recibe más información al dar clic en este enlace.
