High Point.- Ponerse detrás del volante después de consumir drogas o alcohol es una decisión con duras consecuencias que pueden hasta cobrar vidas, advirtieron durante una reunión sobre el tema el jueves pasado en el Centro Familiar Latino del YWCA en High Point.

El domingo de la semana pasada en Winston-Salem, un terrible accidente automotriz arrebató la vida de dos personas, David González, de 26 años, así como Bryant Lee Edward Miles, de 27 años.

El hispano conducía su automóvil en la madrugada por la autopista I-40, cuando de repente lo golpeó de frente la camioneta que manejaba Edwards en sentido contrario. Varios pasajeros resultaron heridos y de acuerdo con las autoridades, tanto el consumo de alcohol como el exceso de velocidad fueron factores en el accidente.

“Cuando eres joven te sientes a prueba de balas y crees que nada te afecta”, comentó durante la reunión en el YWCA de High Point, Carol Womick, quien hace unos años perdió a un familiar por culpa de un conductor ebrio y ahora trabaja con la organización Mothers Against Drunk Driving (MADD por sus siglas en inglés). “Si tomas la decisión de beber, no te pongas detrás del volante. Por qué hacer tanto daño a alguien más, ¿cómo vas a sentirte si matas a otra persona?”

De acuerdo con la oficial Amanda Wellendorf, de la división especial contra manejar en estado de ebriedad o drogas de la Oficina del Sheriff del condado Guilford, en 2013 un total de 20 personas murieron en accidentes vehículares relacionados con el consumo de alcohol. El año pasado, la cifra se redujo a doce casos.

“Conducir bajo la influencia se define como operar cualquier vehículo, incluyendo una podadora de pasto, una bicicleta o automóvil, en una calle, carretera o estacionamiento, cuando el nivel de alcohol en su cuerpo es de .08 BAC o está bajo la influencia de otra sustancia, como drogas o medicamentos recetados por el médico”, explicó Wellendorf.

La junta entre autoridades y la comunidad estaba enfocada en crear conciencia entre los adolescentes sobre este problema. Según Wellendorf, las personas entre 15 y 20 años de edad son quienes más probabilidad tienen de chocar un automóvil y peor aún es si tomaron alcohol.

La mejor manera de prevenir un accidente que podría resultar fatal, es que los padres estén alertas y no permitan que su hijo salga solo con sus amigos en el automóvil, recomendó Wellendorf en la reunión.

Ante una pregunta del público sobre cuál es el principal factor que incluye en que los adolescentes ingieran bebidas alcohólicas o alguna otra sustancia, es la presión de sus amigos, aunado con que cuando salen no tomar solamente una copa, sino que toman para emborracharse lo más que pueden. 

“No es nada bueno”, dijo el oficial Jason Cano, del Departamento de Policía de High Point. “Puede ser tu abuela o cualquier familiar que está conduciendo, de repente un conductor borracho le golpea y sucede la tragedia en un instante”.

Womick advirtió que el recibir un cargo criminal por conducir bajo la influencia  (DWI por sus siglas en inglés) viene con un estigma social,  porque, además que podría dificultar la posibilidad de obtener un trabajo.

Wellendorf señaló que el costo tras un DWI puede ascender hasta los $10,000, entre gastos en la corte y el abogado, además de autmáticamente perder el derecho para manejar por un año.

La abogada Helen Parsonage explicó que legalmente las consecuencias también pueden ser bastante fuertes, especialmente para los inmigrantes.

“Un DWI en Carolina del Norte se divide en seis niveles. Una convicción en cualquier nivel incluirá algún servicio comunitario, multas y tiempo de prisión entre 24 horas y dos años”, detalló la abogada. “Además de la suspensión de su licencia, hay grandes aumentos en el seguro para el autmóvil”.

En el caso de las personas con DACA, Parsonage describió una convicción por DWI como “fatal”, debido a que no podrán renovar su Acción Diferida ni podrán regularizar su situación migratoria. En el caso de las personas indocumentadas, también se les cerrará las puertas a cualquier tipo de alivio migratorio.

Dado el caso de haber consumido alcohol y no poder regresar a casa, Wellendorf dijo que es preferible que las personas llamen al número de no emergencia de la policía y pidan ayuda.

“Es algo que he hecho, llevar a personas a su casa”, dijo Wellendorf. No es algo para abusar, pero si han agotado todas las posibilidades de que alguien los recoja, preferimos que nos llamen”.

Belén Betancourt fue una de los 40 asistentes a la reunión que organizó el Consejo Consultivo Hispano de la Policía de High Point en el YWCA. En México, su padre murió porqueo un conductor borracho lo atropélló.

“Hay veces que no sabemos las consecuencias y por eso debemos tomar buenas decisiones”, dijo Betancourt después de la junta. “Sería muy duro cargar con la responsabilidad de provocar la muerte de alguien más”.

El Consejo Consultivo Hispano de la Policía de High Point convocó a una reunión para hablar sobre los riesgos de conducir bajo la influencia.