Aunque su nombre suene extraño, la maloclusión dental, es un problema frecuente que impide a los dientes hacer un correcto contacto para la masticación. La maloclusión puede ser debido a una mala alineación de los dientes o por una mala superposición de los dientes superiores con los inferiores.
Casi todas las personas tienen algún grado de maloclusión dental, aunque en la mayoría de los casos no se requiere de tratamiento. Pero para los casos más severos es necesario el empleo de tratamientos de ortodoncia, para disminuir la presión sobre la articulación temporomandibular y reducir las probabilidades de pérdida de piezas.
La oclusión ocurre cuando los dientes están alineados y se produce el encaje de los superiores con los inferiores, con una correcta mordida.
Causas
Este problema puede ser hereditario o deberse a malos hábitos del niño durante el crecimiento (chuparse el dedo, tomar biberón por mucho tiempo o presionar los dientes con la lengua), malos hábitos alimenticios, respirar por la boca o la forma de los maxilares.
Hábitos
Puede ser definido como la costumbre o práctica adquirida por la repetición frecuente del mismo acto, el cual a cada repetición se hace menos consciente y si se repite con frecuencia puede ser relegado completamente al inconsciente.
El factor etiológico es de origen multifactorial, donde se superponen unos dientes con otros existiendo una interconexión entre la predisposición genética y los factores exógenos. La etiología de las maloclusiones se clasifican en:
Factores predisponentes:
- Factores hereditarios (tamaño y forma de los dientes, relación de los maxilares, función labial y lingual)
- Influencias prenatales (causas maternas y embrionarias)
Factores locales (causas postnatales):
- Factores del tipo intrínseco (pérdida prematura de dientes temporales y permanentes, retención prolongada de dientes temporales, dientes ausentes congénitamente y supernumerarios, actividad funcional disminuida y desviada de los dientes, frenillo labial anormal, restauraciones incorrectas, desarmonía de tamaño y forma de los dientes y traumatismos dentarios).
- Factores ambientales (desviaciones de procesos funcionales normales como los hábitos, anormalidades de tejidos musculares, presión por defectos de posición, amígdalas hipertrofiadas, imitación, actitudes mentales).
- Factores sistémicos (metabolismo defectuoso, enfermedades y trastornos, funcionamiento anormal de las glándulas de secreción interna).
Hay diversos tipos de maloclusión
Cuando el maxilar superior está adelantado respecto al inferior (sobremordida), el maxilar superior está retrasado respecto del inferior (submordida), la mordida cruzada, cuando el maxilar inferior y el superior están corridos o uno es mayor que el otro. También los dientes supernumerarios, malformados o piezas faltantes, ocasionan problemas de oclusión.
En conclusión podemos decir que las maloclusiones y hábitos deben orientar a todo profesional de esta área (ortodoncistas, odontopediatras, odontólogos generales) a hacer un esfuerzo para guiar a los pacientes que llegan a las consultas y explicarles la importancia de atacar a tiempo dichos hábitos.
Es importante que los programas educativos hacia la salud bucal involucren estos conocimientos a cerca de estas implicaciones y que hagan conciencia en esos niños.