El síndrome del ojo seco es una alteración que se produce cuando la lubricación de la superficie ocular es insuficiente por déficit de lágrima o porque esta no tiene una composición adecuada.

Es un problema común en la edad avanzada, aunque los cambios hormonales también pueden influir en que la mujer lo padezca.

Algunos estudios afirman que este síndrome afecta a entre un 10% y un 20% de la población adulta. Los ambientes secos, el tabaco, el uso de lentes de contacto o la lectura prolongada pueden agravarlo.

Es aconsejable realizar controles médicos para evitar problemas graves en las personas con síndrome del ojo seco.