El dolor dental es el síntoma principal por el que acuden los pacientes a los odontólogos. La mayor parte de las demandas de atención profesional son porque hay dolor, ha dolido, o temen que duela. El dolor dental puede ser por varias causas, el más agudo es el ocasionado por una pulpitis supurada provocada por caries dental, de paso está clasificado entre los más altos.
Aunque la mayor parte de las veces el dolor en la cavidad oral es por problemas dentales, no siempre es así, ya que puede tener varias causas como las relacionados con la enfermedad periodontal en particular los abscesos periodontales y la gingivitis o periodontitis ulcerosa, con mucha frecuencia el dolor es debidos a contracturas musculares asociadas a disfunciones de la ATM, o sinusitis maxilar.
Aunque raro, otras veces se debe a neuralgias de los nervios craneales trigémino y glosofaríngeo. Por supuesto las infecciones de la mucosa oral, las aftas, las virosis como el herpes simple y el herpes zoster en mucosa oral también pueden provocar manifestaciones dolorosas muy lancinantes.
Siempre el dolor dental se produce en la pulpa dental que es donde están los receptores sensitivos.
La pulpa dental, como cualquier cosa viva, para sobrevivir tiene que reconocer, reaccionar y adaptarse a los cambios en el ambiente que la rodea, si no lo hace entonces se lesiona y muere.
Así, la pulpa está permanentemente reconociendo estímulos y adaptándose a ellos. La pulpa vive para la dentina y la dentina vive gracias a la pulpa. Muchos investigadores consideran la dentina como parte de la pulpa pero parcialmente calcificada y por lo tanto los estímulos irritativos sobre ella producen dolor pulpar.
¿Es posible establecer con precisión el diente que duele?
Aunque la mayor parte de las veces es posible reconocer objetivamente el diente cariado que provoca el dolor e identificar la pieza afectada con precisión esto puede llegar a ser difícil.
Uno de los rasgos más característicos del dolor producido por la inflamación de la pulpa es que no se puede establecer con exactitud cuál es el diente que duele, ya que la pulpa carece de un tipo particular de receptor. El dolor es la única percepción que puede dar la pulpa como respuesta a un estimulo irritativo, físico, biológico, etc.
La pulpa está sometida a una amplia variedad de agresiones. Dentro de estas las más frecuentes son las infecciones bacterias, los estímulos térmicos, químicos, y los traumatismos. Los efectos muchas veces son acumulativos y pueden conducir a la inflamación pulpar (pulpitis).
La pulpa carece del receptor de dolor que permite identificar la localización del dolor, (sólo tiene los detectores de dolor y no los propioceptivos) y el dolor se manifiesta como una sensación irradiada al territorio del nervio sensitivo y no al diente específico.
gedrei@ncohf.org
Regional Charlotte Oral Health Zone Manager, America’s Toothfairy