Si el nacimiento de su bebé no hace que esté desbordante de alegría sino irritable, apática y muy triste, no es una mala madre, está sufriendo una depresión postparto. Esto le ocurre a miles de mujeres tras haber dado a luz y tiene solución.

“La depresión provoca angustia mental y repercute en la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples, lo que tiene en ocasiones efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos y sobre la capacidad de ganarse la vida”, detalla la OMS.

Esta entidad recalca que la depresión no debe confundirse con las variaciones habituales del estado de ánimo ni con las respuestas emocionales puntuales a los problemas de la vida cotidiana.

“La depresión puede convertirse en un problema de salud serio, especialmente cuando es de larga duración y de intensidad moderada o grave. Puede causar gran sufrimiento y alterar las actividades laborales, escolares y familiares. En el peor de los casos, puede llevar al suicidio”, destaca la Organización Mundial de la Salud.

Un tipo muy frecuente de depresión es la depresión postparto que, según datos de la OMS, afecta a una de cada seis mujeres que dan a luz.

“Tener un bebé es un acontecimiento vital de primer orden y puede suscitar preocupación cansancio y tristeza. Normalmente estos sentimientos no duran mucho pero si persisten pueden indicar que se está sufriendo una depresión”, advierte la OMS.

El “baby blues”
Del mismo modo, el equipo de psicólogas de Calma, un centro de psicología especializado en maternidad , explica que las diferencias entre el denominado “baby blues” y la depresión postparto radican en la duración y la intensidad.

“El ‘baby blues’ es un cuadro que cursa con sintomatología depresiva como llanto, irritabilidad, tristeza o cambios de humor relativamente leves. Se inicia en los primeros días tras el parto y desaparece espontáneamente a los pocos días.

Si la sintomatología se hace más intensa y persiste, entonces podríamos estar hablando de una depresión postparto”, detalla.

Los síntomas más frecuentes de la depresión postparto son: tristeza, apatía, pérdida de la capacidad para disfrutar de las cosas, insomnio o hipersomnia, pérdida o aumento del apetito, dificultad para conectar con el bebé, ansiedad, culpa e irritabilidad.

Hay algunas mujeres que tienen un riesgo mayor de padecer depresión postparto. En este sentido,  que hay factores que deben tenerse en cuenta.

Uno de ellos es haber padecido ansiedad o depresión en el embarazo o en otro momento de la vida.

También influye haber tenido dificultades en el parto o con el bebé, por ejemplo, que éste sea prematuro o que haya nacido con algún problema.

También es un factor de riesgo de depresión postparto tener una historia de pérdidas importantes en el pasado sin resolver, como la muerte de alguien muy cercano, abortos, etc.

No obstante, la depresión postparto no tiene una única causa, sino que es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales, expone el Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos. En este sentido, advierte de que la depresión postparto no ocurre por algo que una madre haga o deje de hacer.

La depresión postparto 
“La depresión postparto es un cuadro serio que tiene consecuencias, no sólo para la madre, que se siente muy mal y no es capaz de disfrutar de su bebé, sino que afecta también al recién nacido, a la pareja y a la familia”, indican las expertas de Calma.

“En cuanto al bebé, podemos decir que una madre deprimida tiene, en general, más problemas para relacionarse con su hijo de una manera adecuada: dificultades en la mirada, menos verbalizaciones, expresiones de afecto y contacto físico. Los niños son especialistas en percibir los estados emocionales de sus cuidadores principales y, por tanto, el bebé nota que tiene una madre deprimida”, subrayan.

La depresión postparto se puede tratar. “Lo mejor sería poder contar con un psicólogo o psiquiatra formado en psicoterapia y especializado en salud mental perinatal que acompañe a la mujer en su proceso de puerperio”.

“Si la sintomatología es muy intensa, el tratamiento psicológico se puede acompañar de tratamiento farmacológico, pero esto no es necesario en muchos casos”, apuntan.

Además del tratamiento, hay otros factores que pueden ayudar a la mujer a superar la depresión postparto.

“El apoyo y tener una red social de contención es otra clave para la superación del cuadro. La madre debe disponer de personas en su entorno con las que contar sin sentirse juzgada sino comprendida y valorada en su nuevo papel de madre”, indican.

Si no posee esas personas para ayudarle, “puede participar en alguna actividad donde haya madres como ella, por ejemplo, pilates o yoga para mamás, grupos de lactancia o de crianza, etc. Esto es un factor protector y terapéutico muy potente”, precisan.

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