Existen muchos mitos y mentiras que rodean el cuidado dental y se han transmitido de generación en generación, originándose parcialmente en supersticiones, investigaciones mal realizadas y similares sin que nadie se haya tomado el tiempo de demostrar su falsedad.
Los dientes blancos no son tan resistentes como los amarillos. Los dientes blancos son más atractivos que los amarillos, pero varias investigaciones han demostrado que los dientes demasiado pulcros son menos resistentes a la caries que los amarillos. Esto se debe a que a medida que envejecemos, lo cambios estructurales en la dentición y una reducción en la cantidad de sangre que llega a los dientes pueden acerque estos luzcan amarillos. Sin embargo ese color no implica que nuestros dientes sean menos sanos mientras que un uso excesivo de blanqueadores dentales puede terminar eliminando o disminuyendo el esmalte dejándolos más susceptibles a la caries.
Cepillarse los dientes y usar el hilo dental no suprime el mal aliento. Usar hilo dental y cepillarse los dientes regularmente elimina el exceso de bacterias que forman parte de la flora bacteriana bucal y son una de las causas de mal aliento y caries.
Chupar una aspirina no hace desaparecer el dolor de muelas. Mucha gente cree que chupar una aspirina es un remedio eficaz para tratar el dolor producido por una caries en una muela pero aplicarla directamente sobre el diente cariado puede lastimar los tejidos blandos de la boca, que son sumamente sensibles.
Los paños calientes en la cara no disminuyen el dolor de muelas. Durante mucho tiempo se usaron paños calientes para tratar el dolor de muelas pero el calor puede terminar agravando la inflamación e incrementando el dolor. La mayoría de los dolores provocados por caries en las muelas se manifiestan inicialmente como algo leve para agravarse gradualmente a medida que la caries va carcomiendo el diente. Vaya al dentista inmediatamente apenas sienta los síntomas de dolor, presión o similares sin importar si son sumamente débiles ya qué muchas veces las caries no son detectables a simple vista.
Los cepillos de dientes eléctricos son mejores que los manuales. Los cepillos manuales generalmente se usan realizando movimientos laterales, que pueden desgastar el cuello del diente y lastimarlas encías. Los cepillos eléctricos en cambio vibran en tres direcciones los que les permite limpiar en mayor profundidad y al combinarlos con hilo dental resultan en una limpieza mucho más efectiva.
Todos estos mitos no pretenden ser verdades absolutas y si tienen dudas, consulten a su odontólogo. Lo más importante a la hora de cuidar sus dientes es estar bien informados y tener un odontólogo de confianza que esté interesado en su salud bucal y no en venderles tratamientos que no necesitan y que quizá terminen causándoles más mal que bien.