Preparar la llegada de un nuevo bebé, puede ser un abrumador. Hay demasiado que planear, y pensar en el dinero puede quedar relegado a un segundo plano, cuando hay cosas mucho más divertidas que hacer como elegir el nombre y preparar la habitación y la ropita. Sin embrago es importante estar preparado para los cambios financieros que vienen. Una vez que el bebé haya llegado es posible que no tenga ni el tiempo ni la energía para organizar sus finanzas. Si lo hace ahora, dejará lista una base sólida para cuando usted y su nueva familia más lo necesiten.

Analice sus expectativas financieras y sus valores
Su pareja y usted deberían tener claras sus expectativas financieras y sus sistemas de valores. Hablen sobre sus formas de ahorrar, gastar e invertir. ¿Es usted más bien ahorrador y su pareja es derrochadora? Hablen sobre el tipo de vida que quieren darle a su hijo. ¿Quiere mandar a su hijo a una escuela privada o cree en la educación pública? ¿Quiere ayudar a su hijo a pagar la universidad o piensa que debería ser él mismo el que pague su educación con su trabajo? ¿Quiere comprarle a su hijo las cosas más caras o prefiere un estilo de vida más sencillo?

Estas preguntas no son sencillas y no tienen respuestas ni buenas ni malas. Se trata de una cuestión muy personal, por eso es fundamental que lo hable con su pareja para evitar conflictos en el futuro.

Analice su presupuesto
Si aún no ha analizado su presupuesto y en qué gasta su dinero, hágalo ahora. Le ayudará a decidir en qué quiere o puede gastarse el dinero.

Para la mayoría de la gente, el presupuesto cambia dramáticamente tras la llegada de un bebé. Aunque algunos gastos, como salir a comer fuera, al cine o de vacaciones, seguramente se reducirán, muchos otros van a aumentar. Para la mayoría de la gente es una sorpresa lo caros que realmente salen los bebés. La cuna, la ropa, el cochecito de paseo, la sillita para el carro, pañales, juguetes…pueden llegar a costar mucho dinero. Hable con otros padres para averiguar qué es lo que realmente hace falta comprar y en qué merece la pena gastarse más dinero, Por ejemplo, es conveniente invertir en una sillita para el carro que sea de buena calidad y sobre todo segura, pero no merece la pena gastar mucho en ropa, pues como los bebés crecen tan rápido, la usan por muy poco tiempo.

Los “baby showers” pueden ser una forma excelente de reducir su gasto inicial. Pero asegúrese de pedir cosas realmente necesarias. También puede pedir a amigos y familiares que le donen las cosas que sus hijos ya no usen.

Prepárese para las emergencias
Pronto tendrá bajo su responsabilidad una nueva vida. Pero puede reducir la ansiedad que esto le produzca preparándose con tiempo.

Cuando uno menos se lo espera, puede haber una emergencia. Si aún no lo tiene, considere adquirir un seguro. El seguro de vida protegerá a su hijo económicamente si usted fallece, el seguro de incapacidad le dará ingresos si no puede trabajar y el de salud le ayudará a pagar las visitas al doctor y los gastos médicos que son inevitables con un niño.

Otra forma fundamental de prepararse para las emergencias es abrir una cuenta de ahorros. Como regla general, es aconsejable tener ahorros suficientes para cubrir entre 3 y 6 meses de gastos en una cuenta que le permita retirar el dinero en cualquier momento. Si quiere ir más allá, también puede abrir una cuenta de ahorro para la educación de sus hijos, como una cuenta Coverdell o un plan 529.

Por último, tenga en cuenta que probablemente su hijo copiará sus hábitos financieros, así que intente ser un buen modelo viviendo dentro de sus posibilidades y no usando la tarjeta de crédito para comprar cosas que en realidad no se puede permitir. Ésta es una lección muy valiosa que sus hijos recordarán de por vida.