Los préstamos de día de pago pueden ser caros; hay otros ofrecimientos de crédito que posiblemente tengan tasas y costos más bajos. Antes de decidirse a tomar un préstamo de día de pago ofrecido en internet, es importante que busque y compare las opciones disponibles. Al momento de comparar los ofrecimientos de crédito, verifique la reputación de los proveedores del crédito en internet o consultando otras fuentes.
- Busque el ofrecimiento de crédito que tenga el costo más bajo. Antes de seleccionar un ofrecimiento de crédito, trate de averiguar cuál es la tasa anual efectiva y el cargo financiero (que entre otros costos incluye los cargos e intereses por el préstamo) de las diferentes opciones. Usted tiene que buscar la tasa anual efectiva más baja. Si está haciendo la búsqueda en internet y no puede encontrar la tasa anual efectiva y el cargo financiero, visite a los prestadores en persona.
- Considere la posibilidad de tomar un préstamo de bajo monto en una cooperativa de crédito. Es posible que algunos bancos ofrezcan préstamos a corto plazo por pequeños montos a tasas competitivas. Del mismo modo, es posible que alguna organización comunitaria local ofrezca préstamos para pequeñas empresas. Otra posibilidad podría ser tomar un adelanto de dinero sobre una tarjeta de crédito, pero esta opción puede tener una tasa de interés más alta que otras fuentes de dinero: antes de decidirse averigüe los términos.
- Si está teniendo problemas para cumplir con sus pagos, establezca contacto con sus acreedores o con el administrador de su préstamo lo antes posible, y pida que le concedan más tiempo. Si usted actúa de buena fe, es posible que varios acreedores o prestadores se mostrarán dispuestos a tratar de encontrar una solución. Tal vez le ofrezcan extenderle el plazo para el pago de sus facturas: Averigüe cuánto le cobrarán por ese servicio. Podrían aplicarle un cargo por atraso de pago, un cargo financiero adicional, o una tasa de interés más alta.
- Haga un presupuesto realista, incluya sus gastos diarios y mensuales, y planifique, planifique y no deje de planificar. Trate de evitar las compras innecesarias: todo suma, hasta el costo de cosas tan insignificantes como esa tasa de café que se compra todos los días. Paralelamente, trate de ir juntando algunos ahorros: depositar de a poco ayuda bastante. Tener un plan de ahorro – aunque sea modesto – puede ayudarlo a evitar tener que tomar dinero prestado para afrontar una emergencia. Por ejemplo, ahorrarse durante seis meses el cargo de un préstamo de día de pago de $300 puede ayudarlo a tejer una red de seguridad para amortiguar el golpe de una emergencia monetaria.
- Averigüe si tiene – o si su banco le ofrecería – una protección para sobregiros sobre su cuenta corriente. Si usted está usando con regularidad la mayoría o todos los fondos de su cuenta y se equivoca en el registro de las operaciones de su cuenta, la protección por sobregiros puede servirle para protegerse de otros problemas de crédito adicionales. Averigüe los términos de la protección para sobregiros disponible para usted – cuánto cuesta y qué cubre.
Hay algunos bancos que ofrecen protección contra la denegación de operaciones por falta de fondos que puede servir para cubrir sobregiros o descubiertos individuales causados por la emisión de cheques o por extracciones electrónicas, pero por lo general, le aplicarán un cargo.
Esta opción puede ser costosa, y tal vez no siempre tendrá garantizado que el banco vaya a pagar el sobregiro automáticamente.