Para quienes están en la cárcel, la pandemia del COVID-19 ha significado una doble penalidad y un camino para que la sensación de soledad sea más profunda. Esta es la reflexión que hace Sandy Vélez, fundadora de la organización sin fines de lucro Bridges Puentes Prison Ministry. Ella anima a la comunidad a movilizarse para mostrar “empatía y amor al prójimo” con los reclusos durante estas festividades.
Desde hace más de siete años Vélez realiza cenas navideñas para la población penitenciaria de la cárcel de mujeres en el condado Wake y para los reclusos de la prisión federal de Butner. Esas actividades tuvieron que ser modificadas.
“Tuvimos que cambiar debido al COVID-19. A inicios de diciembre entregamos 200 platos de comida para la cárcel de hombre y el 10 de diciembre 300 en la de mujeres. Estamos hablando de cenas completas que incluyen postres. La pena es que las actividades dentro de los penales que solíamos hacer en la entrega de estas comidas y que les llevaban alegría, fueron suspendidas”.
Para Vélez los cambios para mantener la seguridad en las cárceles de Carolina del Norte donde 5,884 reclusos han sido infectados, ha generado un gran impacto emocional entre los prisioneros.
“Ya cumplen condenas dolorosas, al estar presos, ellos y sus familias sufren. Debido al COVID-19 algunas cárceles han limitado las visitas y otras las han suspendido. También han sido canceladas otras actividades de Navidad que de alguna manera llevaban esperanza en estas épocas. Eso genera más depresión en los presos puesto que son momentos que ellos esperan porque de alguna manera sienten que no son invisibles para la sociedad. Siente que a alguien les importa”.
Vélez, quien además colabora con el trabajo de otras organizaciones que apoyan la reinserción de los presos, afirma que todos tienen derecho a una segunda oportunidad.
“Nuestro ministerio de fe trabaja durante todo el año en la visita de presos y con las personas que han salido de la cárcel y que deben pasar por un difícil proceso de reinserción. Muchas veces cuando salen, no pueden regresar con sus familias o no encuentran oportunidades de trabajo y es importante se compasivos y tratar de ayudarlos”.
Postales
Como una forma de mostrar empatía con la población penitenciaria, Vélez recomendó hacer postales con mensajes de esperanza y enviarlas a su organización para que las distribuya para Año Nuevo y Reyes.
“Pueden ser desde mensajes cristianos hasta textos de buenos deseos. No deben ser cartas sino postales porque los sobre pasarán por una revisión de seguridad en las cárceles”, dijo “El hecho de escribir una carta o una postal siempre ha sido significativo e importante para los presos y, más en estos momentos que estamos viviendo”.
Las personas que deseen pueden mandar a: PO Box 655 Clayton, NC 27528 Contact information: 919-441-7588 Email: tsvelez@aol.com”