Este artículo forma parte de una serie de notas que conforman el Suplemento de COVID-19 desarrollado por Qué Pasa.

 

Mito: La prueba de hisopo nasal es mala para la salud y puede perforar el cerebro

La prueba para detectar el contagio de coronavirus que se realiza introduciendo un hisopo hasta el fondo de la nariz puede ser incómoda, producir lagrimeo y hasta dolores de cabeza, pero no es peligroso practicarse este examen.

Existe un mito falso sobre una mujer que sufrió una “fuga de líquido cefalorraquídeo por la nariz al realizarle la prueba del coronavirus” debido a que le perforaron el cerebro. No obstante, esta paciente padecía de una condición médica preexistente.

Los expertos que dirigen los esfuerzos para combatir la pandemia han elegido este tipo de prueba como la más indicada para la mayoría de la población, en parte debido a que el procedimiento con el hisopo tiene una duración de 5 segundos y no hay efectos secundarios.

 

Mito: Si no sientes fiebre, no tienes coronavirus

El hecho de que un termómetro marque una temperatura en el cuerpo menor a los 100.4° F o 38° C, no garantiza estar libre del contagio de COVID-19. La fiebre, tos y dificultad para respirar son los síntomas más comunes del coronavirus, aunque también se pueden presentar escalofríos, dolores en los músculos o en la garganta y la incapacidad de oler o saborear la comida. También algunos pacientes han sufrido de náuseas, vómito o diarrea, así como uno de cada cinco enfermos puede tener el virus dentro de su cuerpo y contagiar a otras personas y no presentar ningún síntoma.

 

 

 

Mito: Es peligroso ir al hospital o clínicas médicas

El temor a contraer el coronavirus ha orillado a muchas personas a dejar de ir a sus citas médicas o atender problemas de salud porque piensan que en los consultorios médicos es muy probable contagiarse. En una encuesta entre 2,200 adultos, el 80 por ciento respondió que le preocupa visitar la sala de emergencias por el riesgo de contagiarse de COVID-19, así como un tercio de los participantes indicó que han evitado recibir algún tipo de atención médica.

En el interior de los centros de salud se siguen los protocolos de higiene más rigurosos y los pacientes con COVID-19 son inmediatamente aislados del resto. Es en los momentos de reunión o descanso del personal sanitario cuando se ha visto que el virus se transmite con más frecuencia, según explicó a Qué Pasa, el doctor Martín Portillo, presidente y director médico de Cone Health Medical Group.

“En los hospitales nos hemos dado cuenta de que el COVID-19 se transfiere de empleado a empleado con más frecuencia que cuando un paciente lo trae a la clínica”, dijo el doctor y explicó que uno de los motivos es que “cuando (los empleados) se reúnen comer en la sala de descanso, se quitan la mascarilla, piensan que no se lo van a pasar (el COVID-19), pero no saben dónde la amiga o amigo han estado”, dijo el doctor.

Los médicos han hecho llamados para que la gente vaya a la sala de emergencias si lo requiere y que siga yendo a sus citas médicas de rutina.

 

 

Mito: El virus de COVID-19 solamente ataca los pulmones

El sistema respiratorio del cuerpo es el más afectado por el coronavirus, aunque también se han reportado muchos casos donde el músculo cardíaco también resulta tan castigado que provoca la muerte. Asimismo, entre las principales complicaciones médicas destacan la pérdida del sentido del olfato o gusto, esto debido a una afectación del sistema nervioso, además de inflamación del cerebro o de los ojos y problemas hepáticos, renales e intestinales.

 

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