Raleigh.- La colombiana Carolyna Manrique dice que siempre tuvo pasión por la justicia social. Por eso se hizo abogada, trabajó pro-bono durante los últimos cuatro años, principalmente con trabajadores inmigrantes en las zonas rurales de Georgia, y ahora es la nueva integrante de la Unión Americana para las Libertades Civiles (ACLU) en Carolina del Norte.

“Para mí es un sueño hecho realidad porque siempre he luchado por entrar a una organzación nacional dedicada a proteger los derechos de todas las personas sin importar raza, credo, religión, estatus socioeconómico u orientación sexual”, dijo Manrique a Qué Pasa.

“Lo que quiero lograr es aprender de la comunidad en Carolina del Norte, no solo de los latinos, sino de toda la gente que está siendo sujeta a violaciones de sus derechos constitucionales”, añadió.

Manrique nació en Colombia pero se crío en Georgia, a donde llegó cuando tenía 10 años debido a que necesitaba tratamiento para una rara enfermedad.

Su historia es similar a la de muchos inmigrantes. Le tocó lidiar con el idioma y la adaptación al país, pero pronto logró salir adelante por méritos propios.

En Georgia terminó la escuela para luego seguir la carrera de leyes en la American University de Washington DC, de donde se graduó.

En 2010 retornó a Atlanta y se unió al equipo de Legal Aid (Ayuda Legal), una organización sin fines de lucro que provee servicios legales a personas de escasos ingresos económicos.

“En Legal Aid trabajé como abogada desde 2010, siempre en servicio al público, exclusivamente con la comunidad latina de Georgia, especialmente en las zonas rurales, en las granjas avícolas y en las fincas”, contó Manrique.

“Allí pude ver las dificultades que tiene la gente que vive en esas zonas donde no hay acceso a servicios y todo se presta más para el abuso y la discriminación”, añadió.

Esa experiencia laboral es la que Manrique ahora quiere trasladar a su trabajo en ACLU.

“Me voy a enfocar principalmente en la justicia racial, incluidos los derechos de los inmigrantes; la equidad de género y los derechos de la mujer, que incluye la discriminacion laboral y la justicia reproductiva, el acceso al cuidado de salud y también proteger los derechos de la comunidad LGBT”, dijo la abogada.

Además, dijo que ACLU vigila que los inmigrantes tengan acceso a intérpretes en todas las cortes del estado, como manda la ley.

En cuanto a inmigración, Manrique dijo que ACLU seguirá documentando casos de discriminación a través del programa de deportación 287g que opera en algunos condados como Wake y Mecklenburg, y también el uso del perfil racial en los retenes policiales, temas para los que pidió el apoyo de la comunidad.

“Cualquier persona en la comunidad nos puede contactar si está sufriendo alguna violación de sus derechos civiles”, dijo Manrique quien subrayó que a través de las denuncias ACLU puede tomar acciones legales como ocurrió con el programa 287g en el condado Alamance.

“Documentando este tipo de violaciones es como se puede develar lo que está pasando y llegar al punto de hacer una demanda”, dijo Manrique.

Denuncie cualquier violación a sus derechos en:
• Email: contact@acluofnc.org
• Web: http://acluofnc.org/En-Espanol/pedir-ayuda-legal.html
• Teléfono: (919) 834-3466