La Paz, 22 jul (EFE).- Centenares de mineros y de policías chocaron hoy violentamente en La Paz con el saldo de un herido y decenas de detenidos, tras fracasar un nuevo intento de diálogo entre ministros y los líderes de la protesta de Potosí, que cumplió 17 días por varias demandas de desarrollo regional.

Los mineros usaron dinamita para enfrentarse a los agentes, que arremetieron intensamente con gases lacrimógenos provocando un caos en las avenidas y calles alrededor del Ministerio de Gobierno (Interior), donde se buscaba instalar una mesa de negociación.

Los manifestantes, que desde horas antes se encontraban en los alrededores del ministerio, dinamitaron una de sus puertas, ocuparon su patio y destrozaron a pedradas sus ventanas, constató Efe.

Los obreros reaccionaron violentamente tras conocer que su dirigente, el presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Jhonny Llally, abandonó la cita con los ministros al no haberse podido instalar una negociación para discutir las demandas.

Potosí está paralizada y aislada del país desde el pasado 6 de julio, a causa de una huelga y bloqueos de carreteras.

Con la protesta, los líderes potosinos exigen al Gobierno la construcción de una planta hidroeléctrica, tres hospitales, más carreteras, fábricas de vidrio y cemento, un aeropuerto internacional y acciones efectivas para preservar el Cerro Rico, deteriorado por la explotación minera, entre otras demandas.

La controversia que impide comenzar las conversaciones está en la exigencia de Comcipo de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, firme el acuerdo que se logre con los ministros, como una garantía de que los proyectos se cumplirán ya que llevan varios años reclamándolos.

Los ministros de la Presidencia, Juan Ramón Quintana; y de Gobierno, Carlos Romero, respondieron que Morales sí conocerá las conclusiones del encuentro pero que "sus competencias no le permiten firmar, ni avalar acuerdos institucionales" y que para eso están ellos.

Al comenzar el enfrentamiento, los ministros lograron salir del Ministerio de Gobierno, pero un funcionario resultó herido en el rostro por los vidrios que estallaron debido a las pedradas.

La policía detuvo al menos a 40 personas acusadas de haber participado en las manifestaciones y causar los destrozos en instalaciones públicas y privadas, informaron varios medios.

También fueron dinamitados dos vehículos oficiales y se registraron incendios en la Embajada de Alemania en La Paz, en una hostal de propiedad de la Policía y en una jardinera de la ciudad, pero fueron controlados por los bomberos.

El vicepresidente del país, Álvaro García Linera, acusó a los mineros, en una rueda de prensa, de haber "atentado" contra la vida de los ministros y periodistas que estaban en el lugar para hacer la cobertura, por los ataques con dinamita contra el edificio.

García Linera agregó que si hay que pedir disculpas a Alemania se lo hará, pero todos los daños fueron producto de las cargas explosivas lanzadas por los mineros.

También cuestionó si Comcipo quería que Morales participe de las reuniones de negociación "para romper vidrios delante de la cara del presidente, para meterle dinamita a un ministerio".

Insistió en pedir a los potosinos que levanten su huelga y convocó a un nuevo encuentro con los dirigentes de Comcipo para solucionar el conflicto.

Tras los incidentes, los dirigentes de Potosí declararon a los medios que no estaban de acuerdo con los destrozos y los achacaron a supuestos agentes infiltrados para provocar violencia.

Uno de los dirigentes potosinos, Milton Navarro, dijo que mantienen retenido a un supuesto teniente de policía que estaba vestido de civil e infiltrado en sus protestas y amenazó con "quemar" a los agentes que aparezcan en sus manifestaciones.

Asimismo, anunció que las movilizaciones en Potosí y en La Paz continuarán sin cambios "hasta las ultimas consecuencias".