Buenos Aires, 8 jun (EFE).- En adhesión a la iniciativa «Un minuto por la paz», la Conferencia Episcopal Argentina plantó hoy un olivo a las puertas de su sede en Buenos Aires, al cumplirse el segundo aniversario del histórico encuentro entre el Papa Francisco y los presidentes de Israel y Palestina en el Vaticano.
El olivo, signo universal de la paz, fue plantado este mediodía, a la misma hora que miles de personas se tomaron un minuto para rezar por la paz en recuerdo de aquel encuentro histórico en el Vaticano.
El árbol fue plantado en la verdea, frente a la sede de la Conferencia Episcopal Argentina, un gesto del que participaron el secretario general de esta institución que reúne a los obispos de Argentina, Carlos Malfa, el secretario de Culto argentino, Santiago de Estrada, y el titular de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Emilio Inzaurraga, entre otros representantes de instituciones que adhirieron a la iniciativa.
Durante el acto se rezó la oración por la paz de San Francisco de Asís.
Según informó la Conferencia Episcopal Argentina en un comunicado, «a través de este gesto y la oración de miles de personas en todo el país, la Iglesia en Argentina se adhirió a la convocatoria lanzada por el Foro Internacional de la Acción Católica para conmemorar los dos años del histórico encuentro en el Vaticano».
«Quisimos realizar un sencillo gesto que exteriorizara nuestro compromiso por trabajar por la paz en el mundo comenzando por lo primero que podemos hacer los creyentes, que es rezar», comentó Malfa al finalizar el acto.
El prelado expresó que «hay muchas situaciones en el mundo» que requieren de «atención», especialmente «los refugiados y migrantes que tienen que abandonar su patria con un futuro incierto».
«No solamente rezamos por ellos para que puedan rehacer sus hogares, sino también por los que ejercen el poder y las naciones que los reciben, para que haya una mirada justa y solidaria capaz de lograr una convivencia que venza la indiferencia y nos podamos compadecer con el dolor ajeno», sostuvo Malfa.
Por su parte, De Estrada y el subsecretario de Culto argentino, Alfredo Abriani, expresaron su beneplácito por esta convocatoria «en la que la repetición no es aburrida, sino signo de coherencia».
«Estos gestos de oración para construir la paz deben multiplicarse», afirmó Abriani.