Caracas, 17 jul (EFE).- El nuevo presidente de la principal patronal venezolana (Fedecámaras), Fernando Martínez, afirmó hoy que encara sus próximos dos años de mandato apostando al "gran reto" de conseguir que un diálogo con el Gobierno permita alcanzar soluciones a los problemas económicos que afronta el país.

"El gran reto sigue siendo el diálogo, ese gran diálogo que va a permitir que de una vez por todas el sector público y el sector privado encuentren las soluciones y que ataquen los problemas que tanto están agobiando al país y a nuestra economía", afirmó Martínez en entrevista en el canal Globovisión en Barquisimeto (centro), ciudad donde tuvo lugar la Asamblea anual del organismo.

Señaló que de esta forma continuarán con "el sendero de trabajo" impulsado por el presidente saliente Jorge Roig durante su bienio de mandato.

"Estamos llenos de ganas y de propuestas para que de una vez por todas podamos encontrar ese espacio donde podamos dialogar", agregó Martínez respecto de un posible nuevo encuentro con representantes del Ejecutivo nacional.

Una de ellas es la Propuesta de agenda legislativa presentada hoy por Roig en uno de sus últimos actos como máximo dirigente de los empresarios y que, explicó su sucesor, están haciendo los privados "para todos aquellos que quieren construir el país ganándose un puesto en la nueva composición de la Asamblea Nacional (AN)".

Para el próximo 6 de diciembre están convocadas en Venezuela elecciones al Parlamento.

Crear confianza para la inversión y el emprendimiento, eliminar los obstáculos que enfrenta la producción y apoyar la iniciativa privada estableciendo prioridades claras para la inversión pública y promoción de la inversión privada, son los tres puntos en los que se basa la propuesta de Fedecámaras, informó el organismo en una nota.

Este texto sostiene que de ser aprobadas en un futuro reformas en en la AN, estas deberían seguir "dos principios fundamentales: una actuación balanceada, justa y predecible de la ley y la eliminación de obstáculos".

Fedecámaras y sus representantes han sido señalados en reiteradas ocasiones por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, de formar parte de una "guerra económica" que tendría como objetivo sacarlo del poder.

Maduro ha acusado al gremio y a sus integrantes de esconder productos de primera necesidad contribuyendo a la fuerte escasez de estos que existe en el país o de aumentar precios, medidas que según el jefe del Ejecutivo, habrían tomado los empresarios para generar descontento en su contra.

Venezuela cerró el 2014 en recesión y con una inflación de casi 70 %, una realidad a la que hay que sumar la caída de los precios del petróleo, que ha reducido en un 50 % los ingresos de un país altamente dependiente de la venta de crudo.