Buenos Aires, 22 may (EFE).- El titular de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Francisco José Eguiguren, dijo hoy que los derechos humanos no pueden ser algo lejano para los Estados y estos deben abordarlos con "estatura moral", al abrir el 162 periodo extraordinario de sesiones del organismo en Argentina.

"El tema de los derechos humanos resulta a menudo difícil de tratar en el discurso político, a veces en los Estados, en los órganos del Estado. Es un tema que apasiona-polariza", apuntó el comisionado en la presentación de las audiencias públicas que celebra la CIDH en un hotel de Buenos Aires esta semana.

Para Eguiguren, la causa de los derechos humanos obliga a alcanzar una actitud y una "estatura moral" que a veces no es fácil ni espontánea, ya que se suele hablar de ellos como algo "distante y lejano" cuando no lo es.

Asimismo, afirmó que la concentración de poder que vulnera la separación de poderes, la vulneración de la independencia judicial o el recorte en derechos humanos son los asuntos sobre los que pone el foco la CIDH en la región, ya que, agregó, "suelen estar aparejados de conductas que no respetan la dignidad de la persona humana o que no toleran la discrepancia o la libertad de opinión y de debate".

Tras el celebrado en Washington en marzo y previo al que Lima acogerá en julio, el de Buenos Aires será el segundo de los cinco periodos de sesiones con audiencias públicas de 2017, en las que, además de los miembros de la CIDH, participan representantes estatales y de organizaciones sociales de cada país.

Desde este lunes, los integrantes del organismo celebrarán audiencias internas por las tardes, mientras que entre el 24 y el 26 de mayo, por las mañanas, se desarrollarán las sesiones a puerta abierta.

Según recordó Eguiguren, en ellas tocarán temas y problemas como las políticas de drogas, la situación carcelaria, la independencia judicial o el respeto de la libertad de expresión en cinco países: Brasil, Uruguay, Chile, Paraguay y Perú.

No se debatirán casos de Argentina por el protocolo de la CIDH para sesiones extraordinarias, que evita tocar temas del país anfitrión, que financia el encuentro, para evitar conflictos de intereses.

En ese sentido, agradeció la invitación del país suramericano para estas audiencias en un momento en el que la Comisión atraviesa "tan difícil situación de carencia" económica y destacó el gran vínculo de "lucha contra la impunidad" que los une a ambos desde 1979, cuando representantes del organismo llegaron a Argentina, en plena dictadura militar (1976-1983).