La Paz, 30 mar (EFE).- El Gobierno de Bolivia y la compañía china Sinosteel firmaron hoy un contrato para la instalación de una planta siderúrgica en la mina de hierro Mutún (este), la más grande del país, con una inversión de 422 millones de dólares.
El jefe de Estado boliviano, Evo Morales, asistió a la firma del contrato entre el presidente de la estatal Empresa Siderúrgica Mutún, Vicente Jesús Lara, y el director de Sinosteel Equipment and Engineering, Lu Peng Cheng, en la localidad de Puerto Suárez, situada en la frontera con Brasil, donde está ubicado el yacimiento.
Se trata del tercer intento de Bolivia de industrializar el hierro del Mutún en los últimos diez años, tras los fracasos de 2006 de la empresa brasileña EBX y en 2012 de la firma india Jindal.
Morales dijo en su discurso que la empresa debe construir la planta en 30 meses y después debe quedarse un año para asesorar en el funcionamiento de la misma a los técnicos bolivianos, que serán formados en universidades chinas.
La planta tendrá una capacidad de procesamiento de 650.000 toneladas anuales de mineral bruto para obtener 250.000 toneladas de hierro esponja y 150.000 toneladas de acero de construcción, detalló el mandatario boliviano.
Del total de hierro esponja producido, 86.000 toneladas serán exportadas, según el Gobierno.
Los 422 millones de dólares serán financiados en un 85 % por un crédito de China y por el Gobierno de Bolivia en un 15 %.
El Ejecutivo se ha propuesto tener una producción de acero de construcción de alta calidad para competir en el mercado interno con la producción importada desde Argentina, Brasil y Perú.
El mercado interno del acero de construcción tendría un valor anual de 380 millones de dólares, según la prensa.
El presidente Morales también recordó los dos fracasos previos y dijo que el primero se debió a que la brasileña EBX quería usar carbón vegetal para sus operaciones, lo que hacía inviable su proyecto, y en el segundo caso Jindal "incumplió" con inversiones.
Morales adjudicó a Jindal el proyecto en 2007 anunciando que la firma haría la mayor inversión minera en la historia de Bolivia, pero la compañía abandonó el país en 2012, tras una confrontación con el Gobierno por discrepancias sobre su contrato.