Santiago de Chile, 22 jul (EFE).- El ministro de la Corte de Apelaciones de Santiago, Mario Carroza, comenzó hoy a interrogar a varios de los siete exmilitares involucrados en el caso de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana, a quienes una patrulla militar prendió fuego en 1986 y el primero de ellos murió.

Carroza dijo a los periodistas que cinco de los exmilitares por el denominado "Caso quemados" concurren hoy y los otros dos deberán ser trasladados a Santiago el jueves desde otros puntos del país.

"El día viernes debería estar dictando una resolución para saber cuál va a ser su situación procesal", declaró.

El portavoz del Gobierno, Marcelo Diaz, dijo que "en casos horrorosos como este debe haber justicia" y llamó a los involucrados en violaciones a los derechos humanos "a romper el pacto de silencio", como ocurrió en este caso.

En tanto, Francisco Ugás, secretario ejecutivo del programa de Derechos Humanos del Ministerio del Interior, solicitó al juez que procese a los exmilitares como autores materiales de homicidio calificado, cometido con premeditación y alevosía en el caso de Rodrigo Rojas.

En el caso de Carmen Gloria Quintana, que se les procese por homicidio calificado frustrado, "con lesiones graves gravísimas".

El abogado del programa, Rodrigo Lledó, anunció además que el organismo apelará la sentencia de 600 días de prisión (menos de dos años) que recibió en 1994 el excapitán Pedro Fernández Dittus, único condenado hasta ahora en el caso.

Denunció también que el alto mando militar de la época realizó "una operación de encubrimiento, con amenazas a reclutas, combinados con premios para que no hablaran".

El juez Carroza emitió una orden de detención contra los siete exmilitares después de que Fernando Guzmán, que formó parte de la patrulla militar involucrada en el hecho, rompió el silencio y contó detalles del crimen contra los jóvenes.

Los exmilitares implicados son Luis Zúñiga, Francisco Vásquez, Sergio Hernández, Julio Castañen, Iván Figueroa, Nelson Medina y Jorge Astengo.

Los hechos ocurrieron el 2 de julio de 1986, durante una protesta popular contra el régimen de Augusto Pinochet (1973-1990), cuando una patrulla militar detuvo en un barrio obrero a Carmen Gloria Quintana, estudiante de psicología, y al fotógrafo Rodrigo Rojas De Negri.

Los soldados rociaron con gasolina a ambos jóvenes, les prendieron fuego, que posteriormente apagaron, los subieron a un vehículo y se dirigieron a las afueras de Santiago para arrojarlos a una zanja en un camino rural.

Pese a la gravedad de sus quemaduras, los jóvenes lograron pedir ayuda y fueron trasladados a un hospital, donde el fotógrafo murió al día siguiente, mientras la muchacha consiguió recuperarse después de un largo tratamiento.

Posteriormente, Carmen Gloria Quintana se sometió durante años a un proceso de recuperación en Canadá, pero su rostro y su cuerpo conservan las huellas de las quemaduras.

El magistrado Carroza señaló que la declaración del exrecluta Guzmán cambió completamente la intencionalidad del delito, por lo que no descartó que Fernández Dittus sea procesado nuevamente, esta vez bajo la figura de homicidio.

Carmen Gloria Quintana, que es agregada científica de la embajada de Chile en Canadá, declaró a radio Cooperativa: "Hoy se dice finalmente la verdad, se valida lo que yo y tantos testigos sostuvimos y más vale tarde que nunca".

"Espero que ahora la Justicia enmiende el camino que por tantos años de dictadura fue cómplice por el silencio", añadió.