Buenos Aires, 13 abr (EFE).- El oficialismo celebró hoy la contundente victoria de su candidato en las primarias de la norteña provincia argentina de Salta, convertidas en el primer test del maratoniano calendario electoral argentino de 2015, y rechazó las acusaciones de presunto fraude lanzadas desde la oposición.

El actual gobernador salteño, el oficialista Juan Manuel Urtubey, se impuso este domingo por un 47 por ciento de votos, más de 14 puntos porcentuales sobre el principal candidato opositor, Juan Carlos Romero, apoyado por el Frente Renovador, quien anunció que presentará una denuncia para impugnar las elecciones porque hubo «fraude» en el sistema de voto electrónico.

Urtubey se mostró hoy confiado y satisfecho con la victoria, que deberá revalidar en los comicios provinciales de mayo, y aseguró que la presidenta Cristina Fernández está «muy contenta con el resultado, sobre todo por la contundencia con la que se expresó el pueblo de Salta», en declaraciones al canal televisivo C5N.

El candidato kirchnerista desestimó las acusaciones de fraude realizadas por su principal contrincante y aseguró que «tiene por costumbre siempre invalidar el sistema cuando las cosas no le salen».

«La institucionalidad solo existe cuando está al servicio de sus intereses», sostuvo hoy Urtubey en referencia a Romero.

En su comparecencia diaria ante los medios, el jefe de Gabinete del Ejecutivo, Aníbal Fernández, respaldó a Urtubey y aseguró que la posible denuncia «es un tema que no nos preocupa».

Además, se mostró «altamente optimista» respecto a las posibilidades de repetir la victoria en los comicios salteños de mayo.

«Yo lo veo como un hecho más que auspicioso, porque es el resultado de una nueva forma de hacer política en una provincia de características conservadoras, que venía teniendo una expresión determinada, y que la llegada de Urtubey a la gobernación le valió el esfuerzo y el trabajo distinto de lo que había», sostuvo Aníbal Fernández.

La carrera electoral que comenzó el domingo con las primarias en Salta concluirá en octubre con las presidenciales.

El proceso medirá la fortaleza de los grandes partidos que pugnan por la Presidencia, el gobernante Frente para la Victoria (FpV, peronista), la conservadora Propuesta Republicana (Pro) que lidera el alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, aliado de la Unión Cívica Radical (UCR), y el Frente Renovador (FR) que encabeza el peronista disidente Sergio Massa.